Rooney Mara
Con ella irrumpió lo contemporáneo en la alfombra, demasiado retro, demasiado conservadora, demasiado pendiente del viejo glamour. Mara demostró que se puede ir guapísima y con diseños innovadores sin pasar por la rara de turno (el efecto Tilda Swinton), a pesar de un flequillito francés que a ella la hacía un poco replicante. Cuando va de calle, privilegia los buenos y sencillos cortes y los tonos neutros. Es tan sobria como su peinado: «Jamás calculé que me convertiría en un icono de estilo.» En realidad, la fashionista de la familia es su hermana, Kate.