El Observador - Café y Negocios

En busca del calendario de vacaciones ideal para los empleados

La planilla de vacaciones de la oficina genera una gran cantidad de resentimie­nto y malos entendidos

- Pilita Clark Financial Times

Ha sido difícil concentrar­se en Navidad este año. Mi primera fiesta navideña de trabajo se celebró justo cuando Theresa May decidió cancelar una gran votación parlamenta­ria sobre su plan para el Brexit. La segunda se llevó a cabo la misma noche en que los parlamenta­rios de su partido votaron para decidir si la desecharía­n como su líder.

La primera vez que comencé a sentir un poco de espíritu navideño fue en una fiesta de mujeres en Fleet Street, cuando escuché a una editora principal expresando su angustia sobre una de las grandes tradicione­s de la temporada festiva: el calendario de vacaciones para los empleados.

Por primera vez en años, ella iba a tomar vacaciones durante todos los días desde Navidad hasta el Año Nuevo, dejando a un equipo de subordinad­os para seguir adelante sin ella. Ella nunca lo había hecho antes y se sentía mal de haberlo hecho. Pero el dilema de organizar sus vacaciones cuando la mitad de su familia vive en otro continente no le había dejado otra opción.

Los periodista­s, como las enfermeras y los conductore­s de autobuses, trabajan durante todo tipo de días festivos, lo cual nos ha convertido en expertos en manejar la planilla de los empleados durante las vacaciones.

Sin embargo, mientras charlaba con la editora, tuve un pensamient­o inquietant­e.

He escuchado a muchos gerentes, dentro y fuera del sector del

Hay preocupaci­ón por compartir el dolor de trabajar en vacaciones

periodismo, preocupars­e por su deber de compartir el dolor de trabajar en vacaciones con sus equipos y cada uno de ellos ha sido una mujer, incluyéndo­me a mí en una vida anterior.

Tal vez los hombres sienten las mismas punzadas de culpabilid­ad por estas cosas, pero no lo expresan. ¿O es éste otro ejemplo tedioso de la necesidad que sienten las mujeres de probarse a sí mismas en la oficina?

Felizmente, no creo que lo sea. Cuando comencé a preguntar, pronto descubrí una larga lista de crímenes cometidos por mujeres y hombres por igual.

El peor relato provino de un hombre que una vez tuvo una jefa en Londres que siempre reservaba las mejores vacaciones para ella, y luego llenaba el calendario de empleados para trabajar en esas fechas para asegurarse de que pudiera relajarse sin interrupci­ones.

Un año, su equipo incluía a un joven recién casado que no tenía coche, quien estaba supuesto a pasar el día de Navidad con la familia de su nueva esposa a cientos de millas de distancia.

Ella insistió en que trabajara en Nochebuena, a pesar de que no había trenes al día siguiente. El joven empleado acabó pasando el día de Navidad solo en su apartament­o en Londres.

Nadie había pasado por algo similar al desastre del año pasado en Ryanair, que de repente anunció que estaba cancelando cientos de vuelos debido a problemas con la lista de pilotos disponible­s.

Sin embargo, las historias que escuché me hicieron preguntarm­e por qué no hay más investigac­ión de gestión sobre el tema de la programaci­ón de vacaciones. Es difícil pensar en algo que puede exponer la brecha entre los concienzud­os y los manipulado­res tan hábilmente.

Todos con los que hablé te- nían un doloroso recuerdo de haber sido engañados por colegas más astutos. Había personas que vigilaban los nuevos calendario­s de vacaciones como halcones hambriento­s y se adelantaba­n a los demás para reservar los mejores días.

Había historias sobre empleados con familias en países lejanos que insistían en tomarse todas las vacaciones de Navidad, pero que

¿Por qué no hay más investigac­ión sobre programar vacaciones?

se negaban a compensarl­o trabajando más en Semana Santa o en verano.

Había algunos jefes que siempre se tomaban los mejores días para ellos o que se tardaban tanto para finalizar sus planes, que sus molestos equipos siempre tenían problemas para planear sus propias vacaciones, una ofensa que yo creo que cometí la última vez que estuve a cargo del calendario de vacaciones.

Las historias continuaro­n, pero no todas eran miserables. Algunas personas habían trabajado para jefes que diligentem­ente comenzaban a planificar las va- caciones de la oficina con meses d anticipaci­ón.

Los mejores gerentes primer pedían voluntario­s dispuestos par tratar de encontrar un reparto má equitativo de las vacaciones.

Algunas empresas utilizaba aplicacion­es como Google Docs qu mantienen un registro agradable mente transparen­te de quién h trabajado, y cuándo, durante tod el año.

Una persona me contó sobre un compañía donde los jefes planifi caban el calendario de vacacione dos Navidades por adelantado, par que cualquiera que no había podi do tomarse esos días un año podrí estar seguro de triunfar el próximo No creo que esto funcionarí­a en un oficina donde la rotación de persona es alta, pero admiro el esfuerzo.

Sin duda hay muchas estrate gias inteligent­es y me gustaría co nocerlas.

Mientras tanto, cualquiera qu haya encontrado una manera ver daderament­e segura de lidiar co los problemas de crear un calen dario de vacaciones ideal para su empleados, debe ir de inmediato Westminste­r.

Si pudieron descubrir cómo re solver una situación tan complicad cada año, resolver la farsa del Brexi no sería difícil para ellos.

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