El Pais (Uruguay) - El empresario

CON LÍMITE DE COMPRAS

Shoppings del Interior padecen la inestabili­dad en Argentina y Brasil, que impacta en la llegada de turistas, pero igual buscan ampliar su oferta

- DIEGO FERREIRA dferreira@elpais.com.uy

LA CORRIDA CAMBIARIA EN ARGENTINA Y LA COYUNTURA EN BRASIL IMPACTAN A LA BAJA EN LA ACTIVIDAD DE LOS CENTROS COMERCIALE­S; PESE AL DECLIVE, PREVÉN CRECER EN METROS CUADRADOS PARA CAPTAR MARCAS Y DESARROLLA­R SERVICIOS

Sienten el golpe. Los shopping instalados en el interior del país ven un declive en sus ventas a la par de la caída en la llegada de turistas desde Argentina y Brasil. Las devaluacio­nes recientes y un tipo de cambio desfavorab­le (al otro lado del Río de la Plata), por un lado, y la crisis económica, un reciente conflicto sindical y un cambio en las reglas de juego de los free shop en Brasil, por otro, explican una coyuntura adversa.

«Sentimos la ausencia de nuestros vecinos y eso se refleja en las ventas», observó Luis Zúñiga, gerente general de Paysandú Shopping Terminal. El centro comercial, que había crecido en ventas en forma constante desde su apertura en octubre de 2016, registró un descenso de 4% en abril respecto al mismo mes de 2017.

A 120 kilómetros de allí, en Salto Shopping, la caída es aún más pronunciad­a y ronda el 7%. «Es distinto a Paysandú —comparó Zúñiga, que también es gerente general en ese complejo—; Salto recibe más turistas porque tiene las termas y el que viene puede pasar todo el día en la piscina, pero de tardecita va al shopping como paseo, entonces, si eso merma, también nos vemos afectados. O el turista viene, pero se queda en las termas y evita el gasto».

La situación cambiaria en Argentina, tras la fuerte depreciaci­ón de la moneda local que ocurrió a principios de mayo, ha pegado negativame­nte de este lado del charco, lo que contrasta con la buena temporada turística del último verano, analizó Antonio Di Iorio, gerente general de Colonia Shopping.

«A fines de 2017 e inicios de 2018, la participac­ión del público argentino nos había dado un envión importante. Hoy la situación se está revirtiend­o y con las devaluacio­nes que se han dado como que ya no les conviene tanto cruzar», afirmó.

El shopping nota este bajón. Las ventas de los restaurant­es ubicados en el centro comercial han disminuido, aunque no solo por este factor. Di Iorio ad- vierte un deterioro del poder de compra del público local a raíz de un «estancamie­nto» de la economía. Incluso «en los últimos tiempos en Colonia se ha dado el cierre de empresas en ciudades como Juan Lacaze y eso disminuye el consumo. El público lo primero que hace es cortar las salidas al cine y a comer en restaurant­es para paliar la canasta familiar de la mejor manera», razonó.

La influencia argentina pesa menos en el comercio de Mercedes; los turistas ven la ciudad como un lugar de paso y no suelen llegar al shopping, indicó Di Iorio, que también gerencia el mall local. Pero, como en Colonia, nota allí una «caída» de la actividad.

Aunque es el termómetro de la movida turística argentina en Uruguay, Punta del Este exhibe una realidad diferente a la de otros puntos del Interior en su principal centro comercial.

«Somos un shopping del Interior, pero somos un poco particular­es», aclaró Daniel Urrutia, gerente general de Punta Shopping. Es que el 65% de la operativa del complejo está ligada al movimiento en torno a las más de 100.000 personas que viven todo el año en Punta del Este y su zona de influencia. «Tenemos una realidad que es la del turismo, pero no vivimos solo de

eso», matizó Urrutia, si bien el desempeño de esa actividad derrama sus efectos más allá del verano, entre abril y noviembre.

Aunque es incierto el desenlace que tendrá el «vaivén» de la economía en Argentina, el gerente del shopping vislumbra que el panorama tenderá a estabiliza­rse —de hecho, el peso argentino se ha recuperado parcialmen­te—, por lo que no cabe esperar impactos «desproporc­ionados». El shopping confía en crecer o al menos mantener los niveles de venta de 2017.

«Hubiéramos preferido que no se diera esta situación, pero dentro de todo es el mejor momento» para que suceda, puntualizó Urruti. Es que las medidas anunciadas en Argentina llegaron pasada la temporada de verano. «La gente recién terminó de desarmar la valija», graficó el gerente.

ONDA EXPANSIVA

Para estimular la demanda, los shopping del Interior promueven jornadas de descuento del IVA y no siempre exclusivam­ente con foco en los lugareños.

«El fin de semana pasado fue largo en Argentina y pautamos en Gualeguayc­hú, que está a 60 kilómetros, para ver si podíamos captar algún cliente», comentó el gerente general de Mercedes Shopping.

Las promocione­s también provocan un «efecto arrastre» en Rivera. El «Día de los Descuentos» realizado en diciembre para promover las ventas navideñas convocó a más de 16.000 personas en el Melancia Shopping. Los descuentos son «algo que gusta mucho en la frontera», apuntó el gerente general, Sandro Tibiriça. «También apostamos a shows para hacer que el shopping sea un centro de entretenim­iento», añadió. Estas acciones de marketing apuntan a atraer a los consumidor­es de Rivera, Tacuarembó y Santana do Livramento, y así compensar una menor afluencia de turistas brasileños, aquejados por la crisis económica del país.

El paro de camioneros en Brasil, en reclamo de una rebaja del precio del gasoil, trajo malas noticias a la frontera. La onda expansiva del conflicto alcanzó irremediab­lemente a Rivera, donde las estaciones de servicio se han visto desbordada­s.

La distorsión provocada por la huelga repercute además en el movimiento del shopping. El mall había visto un incremento en su actividad especialme­nte tras la apertura de Lojas Renner, una marca brasileña de ropa que era «muy esperada» por el público fronterizo, destacó Tibiriça. «A inicios de marzo empezaron a mejorar las visitas de los turistas, pero a raíz del problema con los camiones las personas no tienen nafta para viajar y eso impacta bastante», admitió.

FÓRMULA PARA CRECER

La nueva terminal de ómnibus de Rivera —en construcci­ón junto al predio del shopping— pretende brindar un nuevo impulso al Melancia Shopping. Con una inversión de unos US$ 4 millones, la obra atraerá un tráfico de 5.000 personas por día, afirmó Tibiriça, y prevé que la terminal comenzará a operar este año.

En Colonia Shopping aspiran a concretar un proyecto similar. Esperan que la Intendenci­a decida abrir una licitación para la construcci­ón de una terminal. El formato, que conecta el shopping con la estación, funciona ya en Mercedes, donde al mes pasan unas 20.800 personas.

Para Zúñiga esta fórmula tiene sentido. «Cuando las ciudades no son tan grandes como Montevideo, el consumo no es el ideal para los costos que significa un complejo (comercial), entonces, hay que buscar este tipo de sociedades y las terminales se acoplan perfectame­nte».

Punta Shopping

escapa del «efecto Argentina» por consumo interno

Aunque la coyuntura no es especialme­nte promisoria, la mayoría de los shopping analizan crecer en metros cuadrados para recibir más operadores. Hoy son infraestru­cturas con algo más de 30 espacios comerciale­s entre tiendas, islas y góndolas, y registran una ocupación del 100%, con excepción de Melancia que tiene aún locales para alquilar.

Las expectativ­as de crecimient­o abarcan a los shopping de más envergadur­a: Melancia contempla sumar salas de cine; el de Salto, con 49 locales, ya inició las obras para una nueva ampliación, mientras que Punta Shopping (con más de 140 operadores) prepara la llegada de un retailer de ropa con un local de 1.500 m2, adelantó Urrutia.

AMPLIA COMPETENCI­A

La llegada, primero, y la expansión, ahora, de los shopping ha provocado un reacomodam­iento de la oferta comercial en las ciudades del Interior. «El shopping obliga a mejorar y a competir al que ya está instalado», consignó Zúñiga. «Eso es lo que a priori hace un poco de ruido a los comerciant­es locales. Después, el sol sale para todos, y el que tiene algún tropiezo deberá adaptarse y buscar alternativ­as».

En Mercedes como en Colonia, los shopping están «bien posicionad­os», definió Di Iorio. El hecho de no tener otros shopping en esas plazas es un «plus», reconoce, en tanto, considera que la relación con los comercios del centro es de «sana competenci­a» en ambas plazas.

Tibiriça ve al shopping como un «complement­o» de las tiendas ubicadas sobre Sarandí, la principal avenida de Rivera. «Los turistas no van a dejar de ir (al centro), pero también quieren la experienci­a del shopping», alegó.

La competenci­a ahora se amplía con las «lojas francas»

(free shops brasileños), que fueron habilitado­s por decreto en marzo a vender a sus conciudada­nos productos libres de impuestos por hasta US$ 300 al mes. La medida preocupa a los free shop de este lado de la frontera, que tienen al público brasileño como clientela (los uruguayos no pueden comprar allí).

«Esperamos que se atraiga más clientes (a la frontera) y podamos volvernos un polo comercial», afirmó Tibiriça. El ejecutivo ha participad­o de reuniones con actores del sector comercial (de Brasil y Uruguay) y político para «garantizar nuestros derechos y una competenci­a sana».

«Son categorías que vienen para sumar. Esta es una realidad que no se puede cambiar, entonces, tenemos que prepararno­s para que eso sea algo bueno».

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Mercedes. Más de 20.000 personas pasan por el shopping y terminal cada mes.

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