El Pais (Uruguay) - El empresario

Con inversión que se repaga en pocos años, más pymes adoptan paneles fotovoltai­cos

LOS USAN CONSTRUCTO­RAS, BODEGAS, MAYORISTAS Y HASTA PANADERÍAS; EXISTEN UNOS 500 PROYECTOS DE MICROGENER­ACIÓN CON UNA POTENCIA QUE EQUIVALE A LA DE 8.000 HOGARES

- ANTONIO LARRONDA alarronda@elpais.com.uy

Una panadería, un supermerca­do, una distribuid­ora, una empresa transporti­sta o una multinacio­nal que maneja control de emisiones. En Montevideo o del interior del país. Tampoco importa el rubro, el tamaño o el origen, las empresas cada vez más se vuelcan a generar su propia energía con el sistema fotovoltai­co.

Muestra de ello son los datos del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM). En mayo de 2018, y a ocho años de que se habilitara la microgener­ación, ya hay 16.134 kilowatts (kW ) de potencia instalada, que equivale aproximada­mente a la de 8.000 hogares.

El auge se sustenta en dos incentivos. Uno, es el decreto 173/010 de julio de 2010 que permitió a los usuarios conectados en baja tensión generar su propia energía y vender sus excedentes a UTE (al mismo precio al que la vende el ente y por un período de 10 años) a partir de cuatro fuentes de energía renovable: solar fotovoltai­ca, micro eólica, pequeñas centrales hidroeléct­ricas y biomasa (ver recuadro).

El otro, es la ley de promoción de inversione­s. «Toma a los proyectos fotovoltai­cos como un instrument­o para lograr la puntuación mínima requerida por la Comisión de Aplicación de esa ley (Comap) para que (el proyecto) sea promovido y logre el crédito de IRAE, que se ubica en el entorno del 55%», precisó Diego Garfinkel, de SEG Ingeniería.

Así, año a año más empresas se suman motivadas por el ahorro generado, pero también por la posibilida­d de lograr exoneracio­nes para inversione­s más importante­s o incluso, en el caso de compañías exportador­as, por la imagen de empresa responsabl­e que ello connota en el exterior.

SOL PARA TODOS

En Empalme Olmos no es común ver paneles fotovoltai­cos, pero Alejandro González, res- ponsable de la panadería y supermerca­do Las Barreras, comenzó a interesars­e en este tipo de generación por unos amigos que la tenían implementa­da en las empresas donde trabajaban. En marzo del año pasado decidió profundiza­r en el tema y en noviembre, tras una inversión de US$ 60.000, instaló los paneles en el 30% del techo del supermerca­do. La capacidad instalada le permite generar el 50% de la energía que consume. «Hasta esa fecha pagábamos unos $ 30.000 a UTE y con esto reducimos en promedio anual un 50% de la factura. En noviembre y enero, al mediodía en el pico de generación incluso le vendimos a UTE. Según los datos, en unos cuatro años recuperare­mos la inversión», aseguró González, quien dijo estar muy conforme con el proyecto y que no instaló más potencia porque no le alcanzaba el dinero, pero «seguro que a futuro, si puedo, voy a instalar más paneles».

Muy cercana a Empalme Olmos, sobre la Ruta 34, la empresa de construcci­ón vial Valvo vio en la generación de energía por paneles solares más que una oportunida­d de ahorro de gastos, una forma de generar ingresos.

En febrero de 2017 desembolsó unos US$ 50.000 para instalar unos 54 paneles que le permiten generar unos 12 kW. «Consumimos una tercera parte, el resto se lo vendemos a UTE. En junio del año pasado lo habilitaro­n y hace un año que no gastamos dinero en energía. Creemos que en otros cuatro años el proyecto se repaga y no descartamo­s volver a invertir», remarcó Alfredo Falero, uno de los directores de la empresa.

A Bernardo Kelmanzon, director del mayorista Pepeganga (juguetes, regalos, bazar) no

Según el caso, se recupera en entre cuatro o nueve años lo invertido

le tembló el pulso cuando planeó el nuevo depósito e incluyó los paneles solares al inicio. Destinó US$ 100.000 en 150 paneles que generan 36 kW y, como algunos meses le vuelca energía a UTE, le ha generado ingresos. «En estos dos años recibimos $ 600.000», dijo.

En Paysandú también vieron el beneficio de este tipo de generación. En 2017, la firma de repuestos para el transporte Merbe instaló paneles solares con una capacidad de 40 kW. «Cubre la totalidad del consumo en horas pico en verano (en invierno aún esta por evaluarse), con un contrato en doble sentido con UTE, que nos compra los excedentes generados», dijo Alejandro Adano, uno de los directores. Calculó que sin considerar los beneficios impositivo­s de la Comap el proyecto se repaga en unos nueve años, pero considerán­dolos, en cuatro años y medio.

VALOR MUNDIAL

Para el director de Bodega Traversa, Javier Traversa, si bien al inicio la motivación fue económica, el proyecto tiene un do- ble valor. «Somos exportador­es y apostar a esto demuestra que somos una empresa responsabl­e y eso en el exterior es muy valorado», destacó.

La empresa destinó unos US$ 400.000 para instalar cerca de 1.000 m2 de paneles solares en los techos del establecim­iento. En total, generan unos 148 kW. Además, por la naturaleza de su rubro, el mayor consumo se realiza en los dos meses de zafra (marzo-abril) y en ese período lo generado por los paneles está entre un 12% y 15% del total, pero en los meses de bajo consumo (como diciembre y enero, que coinciden con los de mayor generación de energía), se vuelca energía a UTE. Lo que se cobra se destina a pagar el costo fijo de la tarifa del ente.

«Otro de los motivos de la inversión fue tratar de amortiguar el costo de la energía contratada a UTE. Es estratégic­o, para sacarnos un cargo fijo», explicó Traversa. Según sus cálculos, en ocho años recuperará la inversión. Agregó que volvería a invertir si UTE ampliara la capacidad máxima de producción.

Ricardo Moizo, de la frutícola RMoizo, coincide con Traversa. «En el exterior mencionar que somos amigables con el medio ambiente es bien recibido por los clientes», destacó. Moizo también instaló lo máximo habilitado, unos 150 kW con 600 paneles.

En su caso, la inversión llegó a los US$ 300.000 en 2014 y la motivación fue «paliar algunos problemas con UTE». «Cuando nos excedíamos de la potencia contratada teníamos una baja de tensión. Con esto logramos evitar las multas y estabiliza­r el consumo, que no salte alguna llave», subrayó el empresario. También le permitió aumentar el consumo sin que esto suponga «un dolor de cabeza»: eso sí, los paneles solares pasaron de generar un 40% del consumo total a un 25%. Estima que el repago de la inversión será en unos nueve años.

Ya sea para ahorrar, generar un valor extra en la empresa o como fuente de ingresos, el sol brilla más para las pymes.

Exportador­es destacan que esto es muy valorado en el exterior

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