El Pais (Uruguay) - El empresario
«Las empresas que no usen RPA van a perder competitividad»
Incorporar esta tecnología aumenta eficiencia y genera valiosos ahorros, dijo Gonzalo Macedo, de Practia Global
La automatización de procesos a través de robots se está consolidando como la palanca de transformación de las empresas. Se estima que en menos de cinco años la tecnología RPA (Robotic Process Automation) será prácticamente universal, según consultoras internacionales.
La potencialidad de esta tecnología reside en que permite automatizar los procesos de negocios que replican las acciones de un ser humano interactuando con la interfaz de usuario de un sistema informático.
Si bien uno al pensar en robots tiende a imaginar máquinas pesadas comunes en el sector industrial, lejos está de la realidad.
«RPA es un software que maneja el interfaz simulando la intervención humana como puede ser el uso del mouse, el teclado, ingresar datos y hasta operar distintos sistemas», aseguró el ingeniero Gonzalo Macedo, director para Uruguay de la empresa consultora de tecnología y negocios con presencia en Iberoamérica Practia Global.
Su principal ejecución es en tareas repetitivas y basadas en reglas. Se puede utilizar para múltiples propósitos desde el procesamiento masivo de datos contemplando normas de negocio hasta integrarlo con herramientas de tecnología cognitiva e inteligencia artificial.
OPTIMIZACIÓN
Los «altos costos» que aluden tener las empresas en Uruguay provocan que los empresarios busquen alguna forma de reducirlos. RPA es una de las maneras más sencillas para optimizar las estructuras y así redundar en un descenso de costos operativos.
Las empresas que implementan esta tecnología perciben un aumento en su productividad, señaló Macedo. Los robots trabajan de forma ininterrumpida y su jornada laboral es de 24x7. A su vez, son más precisos, lo que permite minimizar errores humanos y lograr una mejor calidad. Por otro lado, toda labor realizada genera un registro, lo que le permite ser fácilmente auditada, detalló. Al respecto, aseguró que se genera una diferencia de valor en las organizaciones que implementan la tecnología versus las que no. «Esto no es futurología sino mirar un poco para atrás, las empresas que no incorporan estas tecnologías van a empezar a tender a perder competitividad», aseveró.
A lo largo de la historia, las firmas que no se «aggiornaron tecnológicamente fueron perdiendo competitividad hasta desaparecer».
El ejecutivo fue categórico en que la automatización no significa una reducción de cantidad de puestos de trabajo. Explicó que existen profesiones y tareas que caducarán a corto o mediano plazo y, en este contexto, el empleado debe reconvertirse para subsistir.
«Hoy no tenemos la implementación ideal del robot o de la Inteligencia Artificial (IA) que haga el trabajo de las personas y no creo que estemos tan cerca de hacerlo», acotó.
Para graficar esta situación contó que un cliente utilizó RPA en un área de análisis administrativo financiero. Este cambio produjo que, del equipo de seis personas, la mitad se liberara del trabajo rutinario operativo para pasar a analizar información y agregar valor más relevante a la organización.
«Pasaron a otro puesto que implicó otro desafío profesional. Es una linda referencia de cómo la tecnología puede hacer trabajo que podría resultar de poco valor para la persona y que le permita implementar capacidades cognitivas, que hoy los sistemas de información pueden dar, pero de forma limitada», sostuvo. Y acotó: «Hay una oportunidad grande dentro de las organizaciones de comenzar a obtener valor de los datos y las firmas uruguayas empezaron a identificarlas, por citar un ejemplo».