El Pais (Uruguay) - El empresario
«PREFERIMOS POTENCIAR LOS FALTANTES»
Es argentino y llegó a Uruguay hace cinco años porque adquirió la empresa Montesol, ¿cómo fue el proceso que derivó en esa adquisición? De muy joven comencé a trabajar en una empresa de consumo masivo, luego pasé al Citi Bank y un par de años después a Molinos Río de la Plata. Siempre me gustó la economía real, de productos tangibles más que servicios, de fábricas. En Molinos hice mucha experiencia en varias áreas comerciales. Luego pasé a cuidado personal y del hogar con marcas como Plusbelle, Zorro. Hice una carrera de unos 15 años en empresas de consumo masivo, los últimos años fueron como gerente de comercio exterior y generé una red de distribuidores en distintas partes del mundo. En 2007, se dio una coyuntura en Argentina de devaluación y pesificación de deudas. Fueron años de un país barato en dólares. Al reunirme con distribuidores de otros países, como Puerto Rico, me decían que aparte del shampoo de Argentina, compraban golosinas de España, galletitas de Colombia. Y eso me abrió un nuevo panorama. Yo quería trabajar por mi cuenta y les ofrecí productos de Argentina porque estaba barato en dólares. Ese año abrí mi propia empresa de comercio exterior, representaba marcas argentinas. Empecé a exportar a Puerto Rico, Panamá, Cuba, Ecuador, España, EE.UU. Y se dio que el representante de Puerto Rico me presentó sus proveedores de otros países para que yo importara. Pero en Argentina comenzó un camino (proteccionista) de control a las importaciones y a su vez se encareció en dólares, entonces, mis clientes dejaron de comprar. En esos años yo vendía malta instantánea de Santa Fe a dos «ordenar la casa» uniendo equipos y procesos para luego hacerla crecer. Asegura que la llegada del coronavirus impulsó las ventas y, si logra sus objetivos, él volverá a Argentina. Está casado, tiene cuatro hijos y disfruta de hacer deportes.