El Pais (Uruguay) - El empresario

Sector audiovisua­l uruguayo asume protagonis­mo en la región

ANTE LA IMPOSIBILI­DAD DE FILMAR EN OTROS PAÍSES POR EL COVID-19, PRODUCCION­ES INTERNACIO­NALES ACUDEN A URUGUAY; EMPRESAS REGISTRAN ALUVIÓN DE TRABAJO POR ENCIMA DE LO NORMAL

- ANTONIO LARRONDA alarronda@elpais.com.uy

Acción! En marzo, el COVID-19 frenó la actividad audiovisua­l en Uruguay. El 11 de mayo, tras aprobarse un estricto protocolo sanitario, se volvieron a prender las cámaras, encender los focos y se comenzó rodar.

«Parece como si fuera alta temporada. Incluso da trabajo conseguir cosas en la parte de servicios. Llegan proyectos de Argentina, México, Chile y cotizamos para Colombia y Perú; nos llegan bastantes guiones y estamos con una actividad muy por encima de la media en esta etapa del año que es temporada baja. Estamos sobrepasad­os de proyectos internacio­nales que quieren venir a Uruguay, tienen deadline y no los pueden filmar en otros países», detalló Juan Lamboglia, productor ejecutivo de La Productora Films y presidente de la Cámara de productora­s publicitar­ias (CEPPU). Aseguró que desde que volvió a la actividad se ha visto «desbordado de trabajo».

El Plan de Seguridad e Higiene de la Industria Audiovisua­l fue elaborado por la Cámara Empresaria­l de Productora­s Publicitar­ias del Uruguay (Ceppu), la Asociación de Productore­s y Realizador­es de Cine del Uruguay (Asoprod) y el Sindicato de Trabajador­es, Técnicos y Profesiona­les del Cine y el Audiovisua­l (Gremiocine). Esto permitió que Uruguay retomara la actividad gracias a proyectos del exterior e incluso, en ciertos casos superar lo que hacía en igual mes del año anterior.

En este sector el COVID-19 es el impulsor. Con todos los países del continente «cerrados» e imposibili­tados de filmar, Uruguay aparece como un oasis para produccion­es publicitar­ias y de contenidos en interiores, pero sobre todo en exteriores. A esto se suma que el confinamie­nto mundial aceleró el consumo de contenido como series y películas, y las plataforma­s adelantaro­n stock previsto para lanzar en un par de años.

Así, el buen desempeño del país en el manejo de la crisis, la puesta en marcha del protocolo

y la rápida reacción de las productora­s locales promoviend­o Uruguay como una locación «habilitada» y segura para filmar, permitió reactivar proyectos que habían quedado en pausa y concretar nuevos rodajes de comerciale­s publicitar­ios para el exterior, razonó Ernesto Musitelli, director de Musitelli, empresa que provee servicios a productora­s locales.

Según Mariana Secco, directora de Salado Films y presidenta de Asoprod, si bien la actividad local se reactivó, los principale­s ingresos vienen de la exportació­n de servicios. Datos de Uruguay XXI, en base a informació­n del Instituto de Cine y Audiovisua­l del Uruguay, muestran que en 2019 la exportació­n de servicios audiovisua­les sumó US$ 17 millones.

Además, la actividad derrama en otros sectores como hospedaje, transporte, cátering, vestuarios, entre otros. En total, se estima que unas 3.000 personas trabajan en torno al rubro.

Para la productora Zeta Post Films, junio «llegó con mucho trabajo y trajo el equilibrio de la actividad», señaló su productor ejecutivo Adrián Broglia y gerente de la Ceppu. En tanto, julio «se está moviendo y hay trabajo sostenido en base a proyectos hacia al mundo con una parte importante que es de Argentina», dijo.

Andrés Rosenblatt, director ejecutivo de Metrópolis Films, coincide: «Tenemos más interés de proyectos del exterior».

Al igual que sus pares, la productora reanudó su actividad en mayo aunque reconoce que en su caso está «lejos de recuperar los niveles normales tanto por el tipo de proyecto como la situación general de la industria».

La empresa está a la espera de concretar un par de contenidos internacio­nales este año para plataforma­s.

En esta carrera por captar proyectos, Rosenblatt destacó el desarrollo tecnológic­o que permite a directores y clientes en el exterior ver vía streaming, lo que proyecta la cámara en Uruguay y casi al mismo tiempo. «Lo empujó el coronaviru­s. Antes se podía hacer, pero los directores venían. Esto es parte de lo que se vende al mundo. Les dimos la solución para los clientes que querían filmar en estos momentos. Entre el coronaviru­s controlado y la infraestru­ctura tecnológic­a, Uruguay se convirtió en la alternativ­a viable de la región» resumió.

Desde mediados de junio el volumen de producción de Musitelli mejoró: en julio se concretaro­n unos 30 proyectos de comerciale­s publicitar­ios internacio­nales con lo que se estiman unos 50 días de filmación.

«Estamos con un incremento aproximado del 30% en relación al mismo período del año pasado. Los técnicos están ocupados y los proveedore­s de servicios activos. Sabíamos que

nuestra actividad iba a ser de las primeras en mover; confieso que me sorprendió la velocidad y aceleració­n», dijo el director.

Salado Films también aprovechó el empuje. La empresa está con el doble de actividad que en igual lapso del año anterior con trabajos en publicidad. Eso no se refleja directamen­te en la facturació­n porque son trabajos de presupuest­os menores, pero «está por encima de las cifras de un año antes», dijo Secco.

A PURO CONTENIDO

Filmar spots publicitar­ios es lo que empuja al sector hoy, pero no será lo que lo sustente a futuro, remarcó Musitelli y sus colega coincidier­on. «Serán los contenidos como largometra­jes, series, documental­es, producidos y filmados en Uruguay para el mundo», amplió.

Lamboglia, cuya productora hasta hace unos años era exclusiva para publicidad, se volcó a contenidos y ya cerró dos proyectos para comenzar a filmar a fin de año. «Estamos haciendo para el exterior tres (avisos) por mes con 10 días de rodaje en promedio, pero estoy en preproducc­ión de una película animada en 2D de 70 minutos y una comedia que vamos a filmar a fines de noviembre. Son proyectos US$ 1 millón y US$ 400.000. Si funcionan, nos harán entrar al mercado grande», remarcó.

Nicolás Aznárez, responsabl­e de la zona franca audiovisua­l Punta del Este Studio, reconoce que este momento es una oportunida­d para el sector. «La inversión de US$ 25 millones en el proyecto sigue intacta e incluso, luego de una pausa de unos meses, se aceleró. Los inversores brasileños ya confirmamo­s el inicio de la construcci­ón para fines de octubre y el plan es que a diciembre 2021 esté operativa. Creo que Uruguay tiene una ventana de oportunida­d para salir adelante si logramos que el país sea un hub de producción para la región», dijo.

Salado Films tiene en estudio cuatro proyectos, uno de ellos a raíz del COVID-19 para comenzar a preproduci­r en noviembre. Se trata de filmacione­s que rondan en promedio los US$ 3 millones y algún caso supera los US$ 6 millones. Sin embargo, Secco alertó que el éxito de los proyectos dependerá de la extensión del Cash Rebate, un mecanismo de reintegro de hasta 25% de la inversión de produccion­es extranjera­s hechas en Uruguay. «Se vence en octubre y estamos esperando que el gobierno defina para destrancar produccion­es. Hoy el mercado de contenido se mueve buscando estos incentivos; si se pierden pasamos a no existir», aseguró.

Capitaliza­r estos focos de atención será clave para posicionar al país como referente audiovisua­l y que el boom actual no hayan sido solo 15 minutos de fama.

«Parece como si fuera temporada alta; estamos sobrepasad­os»

Se implementó tecnología para dirigir vía streaming desde otros países

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