El Pais (Uruguay) - El empresario
«CREO EN NO SER EXCESIVAMENTE PROFESIONALES »
Qué mundo nos espera post COVID-19?
La respuesta inmediata a la pandemia fue: listo, el nuevo mundo —la «nueva normalidad»— consiste en un nuevo paisaje de tareas remotas, super auxiliadas por tecnología y comunicaciones. Pero lo que no se tiene muchas veces en cuenta es el efecto paradójico de las crisis: si bien aceleran cambios en lo inmediato, por debajo de la superficie fortalecen contrarreformas. El mundo occidental sabe que tiene que reconciliarse (especialmente EE.UU. y Europa del Oeste) con la manufactura. Y ya no solo manufactura de lujo. Y que depender de barcos que vienen de China, del Canal de Suez que se bloquea (como pasó hace dos meses) y se para el mundo, más el efecto terrible que los fletes largos tienen en el medio ambiente, más el creciente desempleo amano de robots, hacen que vuelva un reclamo de trabajo físico. Si bien el trabajo de «oficinas» venía cambiando y cambiará enormemente hacia un sistema híbrido de presencialidad parcial, me interesa observar qué va a pasar con la manufactura. Los países que arranquen primero con manufactura sostenible, producción industrial ecológica y sana, productos de nutrición saludables y orgánicos, pueden llegar a tener una ventaja competitiva enorme, ya que la parte digital de la ecuación sirve para que vendamos almundo con agilidad.
¿Qué innovación lo sorprendió más en épocas de COVID?
Creo que lo que másme sorprendió es una innovación espontánea que se produjo en muchas ciudades, es algo muy simple y no es tecnológico. Y es la relación entre vecinos. La cuarentena no solo nos re-rerá una valorización de la manufactura «sostenible» ante un planeta «exhausto», y dejó como «innovación» la «cercanía del vecino». Y advierte que, ante tanto análisis con big data, no se debe perder de vista a la «intuición callejera».