El Pais (Uruguay) - El empresario
Génesis del desembarco de McKinsey y su plan de crear un «hub» de talento
EL URUGUAYO ALBERTO FERNÁNDEZ REVELA LOS DETALLES
Era octubre de 2021 y los anuncios de búsqueda de talento en LinkedIn ya daban señales del desembarco en Uruguay de una oficina de McKinsey, una de las consultoras de estrategia más prestigiosas a nivel global, presente en 130 ciudades. Esa intención se materializó en 2022 y a fines de marzo quedó operativa la filial local, que pretende ser un «hub» para la región y en principio atenderá a Uruguay, Bolivia y Paraguay.
Uno de los entusiastas de este desembarco, que se gestó en plena pandemia, es Alberto Fernández, un economista uruguayo de 43 años egresado de la Universidad de la República que conoció la firma cuando cursaba su master en la escuela de negocios Wharton (University of Pennsylvania, EE.UU.) y ahora se da el gusto de acercarla a su país como associate partner.
Con McKinsey trabajó en Madrid y luego en Santiago de Chile, sobre todo con foco en el sector financiero. Allí permaneció seis años, hasta que dejó la firma global para armar un fondo de venture capital (capital de riesgo) en España. Desde ese país, surgió la oportunidad de regresar a Montevideo a liderar la apertura de la oficina de McKinsey con Xavier Costantini, senior partner. «Estoy encantado de volver a casa, después de muchos años fuera, desde 2007. Es la oportunidad de acercar una firma global como McKinsey a Uruguay».
En diálogo con El Empresario, Fernández reveló cuáles son las grandes apuestas de la compañía para desarrollar un «hub» de talento desde Uruguay para la región, que tiene cuatro ejes principales.
Uno, mejorar la gestión de las principales empresas del país. Dos, crear nuevas industrias en torno al desarrollo sustentable (como hidrógeno verde, construcción sustentable, agricultura y ganadería sustentable). Tres, promover un «hub» tecnológico regional. Cuatro, continuar el desarrollo de un centro financiero regional.
Al momento, 12 personas trabajan en la oficina, pero Fernández anuncia que el equipo crecerá, ya que los planes de trabajo son ambiciosos: «Venimos para ser un actor relevante en Latinoamérica. Estamos haciendo un esfuerzo muy grande y tenemos ambiciones importantes en Uruguay», aseguró. «Cuántos vamos a ser de acá al 2025 no lo sé exacto hoy, pero sí puedo decir que es un número relevante para lo que es McKinsey a nivel regional», añadió.
—¿Qué potencial ven en Uruguay?
—Estamos creciendo mucho en la región: en el 2000 éramos unos 500 colegas y en 2021 somos más de 2.500. Es un crecimiento por cinco en todos estos años. Una de las oportunidades era abrir la oficina de Uruguay. Es un país que tiene un gran futuro, en el que confiamos muchísimo por varios motivos. Tiene grandes recursos naturales, a nivel de energía como de suelo. Tiene gran combinación de energía eólica y fotovoltaica. Tiene ganadería, agricultura, madera. En el contexto global en que estamos esto lo posiciona muy bien a ese nivel. También goza de gran estabilidad institucional y solidez macro, que son factores muy importantes a la hora de decidir dónde establecer la
«Venimos para ser un actor relevante en Latinoamérica. Tenemos ambición»
operación y crecer. Y un tercer factor es que es un país con un gran pool de talento.
—¿Qué perfiles buscan aquí?
—Trabajamos con equipos multidisciplinarios, así que buscamos varios. Cuando empezó McKinsey, predominaba el de MBA, de gestión. Pero hoy hay una gran combinación de perfiles, que incluye científicos de datos, desarrolladores y expertos en marketing digital. También buscamos gente con experiencia en sostenibilidad, que pueda aportar en proyectos que aborden el cambio climático, las energías renovables y la transición energética. Tenemos una visión bastante amplia del talento. Lo buscamos tanto en las universidades a quienes estén terminando de estudiar y puedan entrar como analistas, como también perfiles con ex