El Pais (Uruguay) - El empresario
Inteligencia artificial para acabar con los atascos en Israel
La compañía estima que un automovilista medio queda bloqueado el equivalente de tres días por año en embotellamientos. tido a Israel —que se presenta como una startup nation por su prolífico sector de alta tecnología— convertirse en un actor de la industria del automóvil, pese a que el país no produce vehículos.
«Los automóviles han cambiado», dice. «Antes, estaban compuestos por metal, ruedas y una radio, pero hoy esas cosas ya no cuentan». «Lo que hoy distingue a los fabricantes de vehículos es la experiencia al volante (...), la capacidad del automóvil de adaptarse al conductor», asegura.
Según él, los sistemas tecnológicos desarrollados por el ejército y el sector privado de la defensa en Israel, sobre todo en los ámbitos de la vigilancia, de las comunicaciones y de los sensores, son esenciales para los fabricantes de automóviles.
INVERSIONES
Rider Dome, otra empresa presente en el salón EcoMotion de Tel-Aviv, se especializa en seguridad vial: sus cámaras instaladas delante y atrás de motos utilizan la inteligencia artificial para advertir a sus conductores de los riesgos en torno a ellos.
«La ayuda a la conducción se ha convertido en la norma en los automóviles, pero no existe para las motos», explica su director, Yoav Elgrichi.
Pero si Israel quiere mantener un lugar relevante en la alta tecnología del automóvil, tendrá que invertir en ingeniería, según Lisya Bahar Manoah, del gabinete Catalyst Investments.
«Israel debe reflexionar ahora en tener más ingenieros que apoyen el sector de las startups. Debemos ajustar en consecuencia nuestro sistema escolar», afirma. AFP
10.000 botellas. «Se vendió todo; es estilo reserva y en ese sentido es innovador, por la calidad, su asociación a un exjugador de fútbol. Se diseñó así para conquistar los mercados donde él es conocido y figura», dice.
«Queríamos galardonarlo, honrar su nombre, que siguiera bien posicionado en el exterior —agrega— donde competimos con productos estadounidenses, españoles y franceses. La verdad, fue un furor. El mismo importador nos pidió otros, un tinto y un blanco», señala Tari.
El primero fue un blend 65% Malbec y 35% Petit Verdot; vendieron 10.000