DE TAILANDIA
Viajó desde Bangkok a Niznhy para conocer a los jugadores uruguayos
Uruguay es famoso en el mundo por lograr cosas que parecen imposibles. Ayer, en Niznhy Nóvgorod, el equipo de Ovación se cruzó precisamente con un ejemplo de ello: una fanática tailandesa de La Celeste que viajó desde su país a Rusia solo para ver el partido contra Arabia Saudita y de paso intentar conseguir autógrafos de los jugadores.
Rinrada Meesobungam, una diseñadora gráfica de 26 años, contó que se enamoró de la selección hace cuatro años, en el mundial pasado. “En la última copa en Brasil vi a Uruguay ante Inglaterra y fue magnífico. Ellos jugaron como guerreros y los comencé a seguir. Y sentí que este no es un simple equipo de fútbol; es una familia”, explicó.
Diseñadora
Hizo a todos los futbolistas como si fueran caricaturas. En la última copa del mundo en Brasil vi a Uruguay jugar con Inglaterra y fue magnífico. Ellos jugaron como guerreros y entonces los comencé a seguir. Y sentí que este no es un simple equipo de fútbol; es una familia”, dijo Rinrada Meesobungam.
A modo de homenaje, Rinrada diseñó a todos los jugadores de la selección uruguaya como si fueran caricaturas del manga japonés. No descuidó detalles y se pueden identificar a todos los futbolistas: desde el capitán Diego Godín con gesto rudo, hasta Luis Suárez con su característico festejo de gol besando tres de sus dedos.
Vistiendo la camiseta de la selección esta fanática esperó pacientemente en las afueras del Borsky Sport Centre bajo el fuerte sol hasta ser atendida por alguien de la delegación uruguaya.
Ignacio Alonso, integrante del Comité Ejecutivo de la AUF, fue hasta su encuentro, la atendió y ella le regaló unas 50 planchas con los stickers para que las repartiera entre los futbolistas celestes y le entregó, además, una bandera con más dibujos de los jugadores de la selección con el pedido de que por favor se la hiciera firmar.
La intención de la joven mujer era ingresar a la concentración y poder conocer presonalmente a los futbolistas que tanto admira.
Entregarle a los celestes su obra, al tiempo de expresarles sus sentimientos por el combinado y por qué no tomarse una foto con algun jugador.
Pero no tuvo suerte. Alonso no pudo cumplir con su deseo porque no tenía ninguna credencial que la habilitara a ingresar al predio. Por lo menos, luego de una larga espera, se llevó la bandera firmada por el plantel. Y al final, Rinrada Meesobungam se quedó contenta.
La Celeste, quedó demostrado, también sorprende afuera de la cancha y de los límites del país. Tiene hinchas hasta en Tailandia.