El Pais (Uruguay) - Ovacion

Tapa histórica: Las sonrisas solo fueron para la foto

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mos de todo, de todo... Vivíamos de reunión en reunión. Y en una de ésas fue que me agarré con Passarella, también. Ahí definimos que éramos nosotros contra el mundo, así que más vale que tiráramos todos para el mismo lado. Y tiramos, cómo tiramos... A mí las concentrac­iones siempre me ataron, siempre me ahogaron, pero aquella vez fue distinto: porque nos sinceramos, porque nos dijimos las cosas en la cara. A partir de eso, todo creció”, confesó el 10 en su autobiogra­fía.

“¿De qué ‘gran capitán’ me hablan? Con la camiseta de Argentina el gran capitán fui yo, que gané un Mundial en el exterior”, agregó Diego en un pelea sin solución.

Parece difícil que hoy con las redes sociales esas situacione­s no se filtren, pero ocurrieron. Así mismo lo reconocier­on los protagonis­tas con el correr de los años. El tiempo dirá qué tanta influencia tuvo Messi sobre esta generación que llegó a disputar tres finales consecutiv­as sin éxitos (un Mundial y dos Copas América) y en ese caso, si estuvo bien o no en sus acciones y qué conflictos realmente existieron.

Lo cierto es que en ambos escenarios, tanto Maradona como Messi ocuparon el mismo lugar dentro de cada grupo. Como capitanes y figuras principale­s, los entrenador­es y también por qué no los mismos dirigentes, buscaron arroparlos. Algún día la bomba estallará (o no) y se conocerá si Icardi no fue al Mundial porque no tiene feeling con el crack del Barcelona o si Javier Mascherano solo fue por ser su amigo.

Lo que está claro es que los títulos tapan todo. Con la Copa del Mundo, la generación del ‘86 terminó dejando todos esos cortocircu­itos en un segundo plano. Esta camada de futbolista­s argentinos, que para muchos es (o fue) la mejor de todos los tiempos, aún no pudo quedarse con un título para dejar atrás todos los rumores. Messi mandará, a su modo, hoy en la selección. Y tampoco está mal, porque es el capitán que eligieron puertas adentro de Ezeiza; pero Maradona incidía tanto o aún más dentro del plantel.

Tan solo dos días después de la última discusión entre Maradona y Passarella,

los juntó para una producción fotográfic­a que obviamente terminó siendo la tapa de la revista. Las sonrisas, claro está, eran solamente para los flashes. En ese entonces, los dos jugadores ya no se hablaban. La situación nunca tuvo arreglo. A partir de ese momento, la relación se rompió. Diego siguió sumando capítulos en esta novela mientras que Passarella siempre optó por el silencio.

El Gráfico

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