HACE MÁS DE 30 AÑOS
Nadie puede negar de las excepcionales condiciones que tiene Tabaré Viudez. Un jugador tocado con la varita mágica, pero que pocas veces ha logrado plasmar su buen juego dentro de una cancha de fútbol.
Desde su regreso a Nacional para el segundo semestre del 2016, luego de su pasaje irregular por River Plate argentino, “Taba” ha vivido en un sube y baja constante en cuanto a su rendimiento. Queda la sensación de que nunca logró asentarse y evidenciar en el campo de juego el crack que es.
Pues bien, Viudez es uno de los 14 futbolistas de Nacional que termina su contrato con los tricolores el próximo 31 de diciembre.
El número 10 es uno de los salarios más altos del plantel albo, en el 2018 perdió terreno y alternó entre ser titular y estar en el banco de suplentes y tuvo actuaciones muy bajas principalmente en el Torneo Clausura, donde se lo vio como desganado y desmotivado.
Todas esas razones hacen que hoy esté más afuera que adentro de Nacional, más allá que la decisión la tendrá la nueva directiva que resulte tras las elecciones del 8 de diciembre y especialmente la nueva No es común ver en el fútbol uruguayo un jugador que pase directamente de un equipo grande a otro, como podría suceder con Tabaré Viudez en este período de transferencias. Es más frecuente ver a futbolistas que han jugado en ambos clubes, pero con distancia en el tiempo. Si viajamos hacia años anteriores, uno de los últimos casos fue el de Ernesto Vargas, que en 1986 jugó en Peñarol y al año siguiente en Nacional. También sucedió con Néstor Montelongo y Rodolfo Abalde.