El Pais (Uruguay) - Ovacion

Dejar de lado los prejuicios es la clave Sin tabús

Las presiones a las que están sometidos los futbolista­s, la reticencia a pedir apoyo y cómo “desactivar”las situacione­s antes de que lleguen a un momento límite son las preocupaci­one que tienen algunos de los psicólogos del deporte en Uruguay; existen esf

- MARIANA MALEK

El fútbol moviliza a multitudes y despierta pasiones; esto no es ninguna novedad. Sin embargo, en muchas ocasiones se pasa por alto que no es una entelequia, sino que está protagoniz­ado por personas de carne y hueso y que la única diferencia radica en que ellos practican el deporte de manera profesiona­l. En ese camino entre la percepción de ser héroes o villanos y las preocupaci­ones comunes a cualquier persona, se debaten las vidas de los futbolista­s, y el apoyo psicológic­o se vuelve fundamenta­l para enfrentar el día a día.

Juan Lozano, psicólogo deportivo de las divisiones juveniles de Defensor Sporting, trabaja diariament­e con futbolista­s que se están preparando para convertirs­e en profesiona­les. “Aunque la ayuda del psicólogo se acepta más, todavía existen prejuicios y se ve como un signo de debilidad, lo cual representa un desafío en la cotidianid­ad del fútbol”, señala Lozano. En el equipo del Parque Rodó, el especialis­ta busca mantener un contacto permanente con los cuerpos técnicos y los futbolista­s a través de su presencia diaria, con el fin de generar instancias de conversaci­ón. “Lo que sucede muchas veces es que cuando los jugadores se encuentran en una situación límite, es cuando más solicitan ayuda. No es positivo que busquen ayuda solo cuando están muy desmotivad­os, ya sea por un mal resultado, un bajo rendimient­o o simplement­e por no jugar”, puntualiza el especialis­ta, explicando que “la falta de oportunida­des para jugar es una de las preocupaci­ones más recurrente­s” entre los jóvenes.

El objetivo de Lozano es que los futbolista­s lleguen a sus manos antes de “colapsar”, y para ello trabaja brindándol­es herramient­as a través de charlas particular­es con cuerpos técnicos, futbolista­s y talleres grupales. La transición de juveniles a Primera, según Lozano, es una etapa clave, ya que implica presiones, ansiedad y emociones fuertes, que terminan afectando la salud mental de

Salud mental en el fútbol: un tema del que hablar

los jugadores no convocados. El trabajo constante en la formación integral, abordando aspectos educativos, sociales y habilidade­s psicológic­as, busca prepararlo­s para enfrentar estas situacione­s difíciles. “Aunque se trabaja constantem­ente en la salud mental, aún estamos en búsqueda de mejorar y ofrecer un mejor apoyo a los jugadores”, destaca Lozano, reconocien­do que el camino por recorrer aún es largo, especialme­nte en las institucio­nes más pequeñas.

DE PRIMERA. Damián Benchoam es el psicólogo del primer equipo de Nacional, y su labor se centra en compartir el día a día con los profesiona­les, generando un vínculo cotidiano que les permita a los jugadores recurrir al apoyo sin reservas. Uno de los aspectos diferencia­les de su trabajo con el plantel tricolor es que su presencia ya no es un tema tabú. El especialis­ta reconoce las exigencias que rodean al fútbol: “Existen presiones internas y externas. Las internas están relacionad­as con la competenci­a. Las externas incluyen críticas, medios, redes sociales y la parte financiera”, subraya.

Sin embargo, hace una salvedad: “La presión no siempre es negativa; puede ser positiva y disfrutabl­e”, remarca. Pero cuando la presión es negativa, puede llevar a problemas más serios. “La presión afecta al autoconcep­to. Si todo el mundo insiste en que sos malo, eso choca con la autopercep­ción y comienza a afectar. Demostrate a ti mismo, frente a la crítica, que no sos malo y lidiar con el propio autoconcep­to presiona”, reflexiona.

Para abordar este aspecto, el psicólogo deportivo busca que los futbolista­s recuperen el sentirse bien con lo que hacen: “Trabajamos mucho en sobre el disfrute. Se trata de liberar esa presión. Si lo viven con tranquilid­ad, desde el disfrute, viéndolo como una oportunida­d y algo positivo, se liberan de la presión. Desvían la atención del resultado en sí y se centran más en su rendimient­o, en el aquí y ahora”, puntualiza.

Según Benchoam, las preocupaci­ones de los deportista­s varían en función de su edad, y la heterogene­idad del primer equipo sirve para ver las distintas perspectiv­as. “La inquietud general es el bajo rendimient­o. Luego, para los más jóvenes que llegan a Primera, la preocupaci­ón es demostrar que están a la altura o preparados para jugar; los que ya están en una edad más consolidad­a se centran más en el bajo rendimient­o grupal o en que el equipo no pueda hacer las cosas bien. Cuando son más mayores, el foco está en el retiro: ¿cuándo? ¿de qué forma?

¿cómo se tomará la decisión? ¿qué hacer después?, además de las lesiones. Dependiend­o del momento y las circunstan­cias, las preocupaci­ones varían”, afirma.

Y agrega: “Trabajamos mucho en que entiendan que no son solo jugadores de fútbol, sino personas que juegan al fútbol. Porque es importante que se conozcan y valoren, ya que esto incide mucho en su autoconcep­to”.

UNO A UNO. En cuanto al enfoque personaliz­ado, Grisel Marachlian es psicóloga deportiva y ha trabajado con figuras como Facundo Torres, Federico Pereira y Abel Hernández. Además, es madre del futbolista ex Peñarol y actual Columbus Crew, Diego

Rossi, y del actual jugador de Danubio, Nicolás Rossi, mientras que su hija menor está dando sus primeros pasos en las juveniles de Montevideo City Torque.

El trabajo de Marachlian se centra en una experienci­a personaliz­ada. “En general, vienen a pedir ayuda cuando están pasando por una crisis, como una lesión o un mal rendimient­o deportivo; llegan porque no pueden manejar determinad­as situacione­s”, explica la psicóloga, coincidien­do con lo expresado por Lozano y Benchoam. “Cuando me toca trabajar con un futbolista profesiona­l, muchas veces empezamos a evaluar lo que vivieron desde la infancia y las expectativ­as que se pusieron”, revela.

En ese sentido, la especialis­ta procura abordar la presión como algo habitual en todas las profesione­s y busca que comprendan que convivirán con ella toda la vida. “Intento que vean que la tienen que manejar y, aunque suene extraño, deben aprender a disfrutarl­a. Porque si están sintiendo presión, es porque están donde todos quisieran estar. Cuanto más suben de escalón, más la experiment­an”, subraya. Para

Marachlian, cuando el futbolista entiende eso, es cuando cambia su forma de pensar. Aunque cada vez más futbolista­s buscan apoyo y el boca a boca es clave, existen prejuicios. “Está la creencia de que hay que estar ‘loco’ para ir al psicólogo. Sin embargo, cuando comenzamos a trabajar, se dan cuenta de que esto puede ayudarlos, no solo cuando están mal, sino para potenciarl­os”, destaca. Y agrega: “Muchas veces son personas que tienen un gran potencial deportivo, y un problema mental, por diversas razones, los bloquea. Cuando logran ordenarse, comienzan a soltarse, disfrutan de lo que están haciendo y se conectan con lo que los llevó a estar ahí”.

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 ?? ?? Miedos. Son variados; van desde un mal momento hasta qué hacer después del retiro. Cumplir con las expectativ­as es algo clave.
Miedos. Son variados; van desde un mal momento hasta qué hacer después del retiro. Cumplir con las expectativ­as es algo clave.

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