El Pais (Uruguay) - Revista domingo
Seissentidos PROUST EL PREGUNTÓN
Saber hacer ceviche.
El nuevo aviso de Gillette sobre la masculinidad.
Aprovechar las vacaciones para leer mucho. —¿Cuál es el defecto propio que deplora más?
—La angustia oral.
—¿Cuál es el defecto que deplora más en otros?
—Dos: el mal olor y la paranoia. —¿Cuál es su estado mental más común? —Pensar en qué tenía que hacer y que no hice. —¿Cómo le gustaría morir?
—Mirando el mar, en llamas.
—¿Qué no perdonaría? —La traición. O que no me conviden. —¿Qué lo hace reír?
—Ver a mis hijos, hasta cuando me hacen enojar. —¿Cuál es su asignatura pendiente?
—Tocar más de un instrumento. —¿Cuál es su mayor extravagancia?
—Vapear y hacer asados bajo lluvia. —¿Cuál es su mayor remordimiento? —Haber probado la nicotina.
—¿Qué le disgusta más de su apariencia?
—Tener dos o tres pelos rojos en la cabeza y no más que esos.
—¿Qué talento, que no tiene, desearía tener?
—Saber negociar. —¿Cuál es su mayor logro? —Saber negociar. —¿Cuál es la manifestación más clara de la miseria? —Estar solo.
—¿Cuándo y dónde ha sido más feliz?
—En la playa con mis hijos. AUGUST STRINDBERG. Nació el 22 de enero de 1849, en Estocolmo. Fue uno de esos artistas de personalidad avasallante y polémica, al tiempo que encarnó el mito romántico del creador atormentado, de cuya fiebre creativa salían obras maestras casi como por arte de magia. Entre sus piezas más deslumbrantes están las obras de teatro El sueño, Laseñorita Julia y GustavoIII, entre muchas otras. Fue escritor, pintor, fotógrafo y alquimista. Fue feminista, misógino, esquizofrénico y una de las mentes más lúcidas del intelectualismo europeo de la época. Un hombre atravesado por múltiples contradicciones y genios. Murió en 1912.