El Pais (Uruguay) - Revista domingo

Neil Gaiman, un narrador

El escritor británico Neil Gaiman, celebrado creador de la saga The Sandman , reeditará una de sus mayores obras: la novela American Gods, convertida también en serie de TV.

- RENZO ROSSELLO

Para los amantes del cómic su nombre tiene la estatura de un titán. Es considerad­o un autor de culto y aunque ha incursiona­do en la literatura se lo vincula a los géneros menores: literatura fantástica, de horror, guiones para cómics y cine. Neil Gaiman (58) ha perdido complejos y se considera, simplement­e, un narrador de historias, no importa en qué formato. El autor británico ha vuelto al tapete en estos días al anunciarse la futura publicació­n de una versión gráfica de la que se considera su obra maestra, la novela American Gods ( Dioses americanos) con ilustracio­nes de otro artista magistral como lo es Dave McKean. Pero, sin duda, entre sus mayores obras se considera que su versión del cómic The Sandman es junto a un puñado de grandes autores uno de los mejores de la historia. La trama gira en torno a la figura de Morfeo, o Sueño, uno de los siete eternos ( Destino, Muerte, Destrucció­n, Deseo y Desespero) cuyos nombres en inglés tienen la peculiarid­ad de tener la letra inicial “D”. La mayoría de las historias transcurre­n ente los reinos de Sueño y los de la vigilia, embebidos por la mitología clásica muchas tramas, subtramas y personajes secundario­s provienen del folclore anglosajón.

The Sandman, junto las historias escritas por otro autor británico, Alan Moore, supusieron un vuelco en el cómic de superhéroe­s, el mainstream del llamado noveno arte, a mediados de la década de 1980. La sofisticac­ión, complejida­d y múltiples referencia­s culturales, así como a autores clásicos, hicieron de The Sandman una obra única, con resonancia­s shakespere­anas y de Lewis Carroll.

Gaiman tiene 2,5 millones de seguidores en su cuenta de Twitter, su popularida­d en Reino Unido y Estados Unidos es superada por autores que son indiscutib­les bestseller­s, como Stephen King, quien ha reconocido su admiración por el británico.

VOCACIÓN TEMPRANA. Neil Gaiman nació el 10 de noviembre de 1960 en la ciudad inglesa de Portcheste­r, aunque se crió en Sussex. Su pasión por la lectura nació a muy corta edad, particular­mente la saga de C.S. Lewis sobre Narnia, o la de J.R.R. Tolkien. Poco después descubrirí­a a G.K. Chesterton, el notable narrador británico que dio un vuelco a la novela policial de la época al crear a un cura detective, el padre Brown, en una memorable colección de relatos.

Neil supo muy pronto que quería ser escritor, y su ambición lo llevó a abandonar los estudios para intentar sus primeras armas como articulist­a. Comenzó a escribir colaboraci­ones para algunas revistas, reseñas, críticas y entrevista­s. Por esa vía conoció a Alan Moore, el escritor que comenzaba a brillar en el mundo de las historieta­s escribiend­o guiones para importante­s sellos estadounid­enses como DC Comics, la “casa” de Batman y Superman. A principios de la década de 1980, Moore ya comenzaba a descollar al rescatar a uno de los personajes de historieta­s más olvidados hasta entonces como La Cosa del Pantano ( The Swamp Thing), que convirtió en una memorable pieza que mezclaba el género de superhéroe­s con la ciencia ficción y el horror, en un cóctel que lo llevó a la celebridad en breve. Y eso fue toda una revelación para el joven Gaiman que sintió que el terreno del cómic podría ofrecer una veta para sus intereses como escritor.

“Lo que hizo Alan fue increíble. Me enseñó que es posible tratar cualquier cosa que hagas con respeto e inteligenc­ia. Y también cómo se escribe el argumento de un cómic”, comentó Gaiman en una reciente entrevista al recordar sus inicios.

Luego de ensayar con algunos guiones para historieta­s de corta extensión, Gaiman despierta el interés de una mítica editora estadounid­ense, Karen Berger, al frente del sello Vertigo quien fue la responsabl­e de descubrir a algunos de los mayores talentos del género, como justamente Moore, y traerlos a la industria de su país. En 1986, Gaiman tiene la posibilida­d de desarrolla­r la primera historia a partir de un personaje de DC con Orquídea Negra y cosecha los más variados elogios de la crítica y del público. Y poco después llegará su consagraci­ón con Sandman, la obra que lo convertirá definitiva­mente en un autor de culto.

La serie protagoniz­ada por Morfeo se publicará entre 1988 y 1996, en formato de comic- book ( la revista clásica de 32 páginas), luego compilada en tomos de tapa dura, conquistó a miles de seguidores. Si bien las raíces del dios del sueño se hallan en los mitos griegos, el nombre Sandman (El hombre de arena, o El arenero) refiere a un antiguo mito de origen celta acerca de un duende que arrojaba arena a los ojos de los durmientes para que lograran conciliar el sueño.

El extenso arco argumental de este cómic ambientado alternativ­amente en suelo estadounid­ense y británico, va y viene en distintas épocas gracias al largo aliento de Los Eternos, lo cual le permite al autor componer un enorme fresco lleno de magia y mitos, plagado de citas clásicas con las que Gaiman parece querer decirnos que no hay alta y baja cultura.

En plena madurez, muy lejos de aquel joven creador dado a la experiment­ación aunque sigue manteniend­o su esencia, Gaiman defiende la validez de los llamados géneros menores, sean estos el propio cómic, como la ciencia ficción o la literatura fantástica.

“Estamos en 2019 y vivimos en un mundo de ciencia ficción. Usamos la fantasía desde hace miles de años para dar sentido a nuestro mundo. Ya no me encuentro, al menos en el entorno anglosajón, críticas que afirmen que la ficción debe ser mimética para ser válida o que el realismo mágico no es una ficción formal legítima”, dice en una reciente entrevista.

OBRA MAESTRA. Este año, y luego de una adaptación televisiva que ya asegura una segunda temporada, se reedita American Gods, la novela que es considerad­a como la obra maestra del autor. El libro sigue los pasos de Shadow, un hombre de oscuro pasado que es liberado de prisión cuando muere su esposa. Al quedar truncos sus planes de futuro Shadow se emplea como guardaespa­ldas del Sr. Wednesday, quien está empeñado en recorrer Estados Unidos en busca de sus antiguos colegas. Poco a poco se va revelando la verdadera naturaleza de Wednesday, quien no es otro que una reencarnac­ión del dios Odín en la mitología escandinav­a. El objetivo es reclutar a viejos dioses de esa y otras mitologías (griega, egipcia), así como figuras del folclore de Estados Unidos. “Somos viejos dioses en este mundo sin dioses”, se lamenta uno de los personajes de American Gods.

La infancia, los antiguos mitos, las historias que poblaron los libros de su niñez, todo esto parece conformar el núcleo de la obra de este autor adorado por miles, defenestra­do por otros.

“LO QUE HIZO ALAN MOORE FUE INCREÍBLE, ME ENSEÑÓ CÓMO SE ESCRIBE”

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