El Pais (Uruguay) - Revista domingo

GUÍA PARA ENTENDER EL HUMOR DEL TÍO ROGER

-

Hay que tener una arrocera eléctrica. De no ser así, el personaje tendrá algo (o bastante) negativo para decir.

Hay que ahorrar. El dinero no crece en los árboles.

La “Tía Helen” es su exesposa, que lo abandonó por otro y a la que él no se cansa de denostar (obviamente, la Tía Helen es una creación ficticia).

Las únicas veces en las que Ng deja al personaje es cuando hace una broma de índole sexual. Ahí abandona su particular acento y en un inglés perfecto dice “Perdón niños”.

Lo que hay que tener en la cocina, además de arrocera eléctrica, es un mortero (para triturar la considerab­le cantidad de especias que llevan muchos de los platos que él reseña) y un wok. Pero no cualquier wok. Tiene que ser un wok de metal, no uno con cobertura de teflón. Los wok de metal se calientan con aceite vegetal antes de empezar a cocinar y luego ese aceite se tira. Eso le da al wok algo que se llama “wok hay”, o “aliento wok”, que servirá para potenciar los sabores de las comidas preparadas.

Nunca usar aceite de oliva. El aceite de oliva “es para los blancos”. En la cocina asiática se usa aceite de girasol, maní o sésamo (según él, claro).

En lo posible, usar echalotes, no cebolla. “Cebolla, para los pobres”, dictamina el Tío Roger.

Si el Tío Roger llega a bajar la pierna de la silla, agárrense. Eso es la señal de la mayor ofensa posible a los particular­es valores del personaje. Eso ocurre cuando algún cocinero comete una transgresi­ón imperdonab­le. asiática, tanto de la de su país como de la de otros. Cuando reacciona a un video de una receta de un plato de, por ejemplo, India, ha estudiado a fondo no solo los procedimie­ntos, sino lo que ese plato significa en términos culturales. Cuando reaccionó a un video de preparació­n del plato típico de India biryani, en los comentario­s abajo del video se podía leer, una y otra vez, algo así: “Soy de India y estoy impresiona­do con el grado de conocimien­to del Tío Roger sobre la cocina de mi país”.

El apoyo de su público es tal que Ng se ha ido transforma­ndo, paulatinam­ente, en una suerte de juez o rector de la cocina asiática. En una entrevista, Ng dijo que “todo lo que yo digo es para levantar a mi pueblo”.

No solo dice, también hace. A medida que se fue haciendo famoso, el personaje de Ng empezó a llamar la atención sobre emprendimi­entos gastronómi­cos comandados por hombres o mujeres de origen asiático, sean de un país de ese continente o inmigrante­s en Europa o Estados Unidos. Así, ha aportado su granito de arena para que dos chefs mujeres se hagan de una audiencia en YouTube: la tía Liz (de Singapur) y la tía Ester (de Tailandia). Porque esa es otra caracterís­tica del mundo que Ng está construyen­do. Ahí, la división es entre sobrinos y sobrinas por un lado, y los tíos y tías por el otro. Tío o tía se llega a ser cuando se hace algo muy bien, como cuando por ejemplo Gordon Ramsay hizo arroz frito con huevo. Al final de ese video, el personaje de Ng le otorgó el título de tío a Ramsay, que se lo agradeció en la sección de comentario­s.

Ese título no es vitalicio. Otro chef de internet, Joshua Weissman (6,4 millones de suscriptor­es) lo obtuvo y lo mantuvo en un par de videos, pero cuando preparó un plato típico de Tailandia y lo hizo “mal” de acuerdo a los criterios del Tío Roger, lo perdió.

Hay dos muletillas que son útiles para vaticinar si un plato está bien o mal de acuerdo al Tío Roger. Si dice muchas veces

haiya, segurament­e el veredicto será negativo. El vocablo es chin y es una exclamació­n de connotacio­nes negativas. Si, por el contrario, dice muchas veces fuiyoh (exclamació­n malaya que denota algo muy positivo), estará todo más que bien.

*Los videos están en inglés, pero muchos —no todos— tienen subtítulos en castellano.

 ?? ?? Personaje. Famoso gracias al arroz frito con huevo.
Personaje. Famoso gracias al arroz frito con huevo.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Uruguay