El Pais (Uruguay) - Revista domingo
Hanami traspasó fronteras y llegó hasta Europa
Danna Liberman veraneaba en Punta Colorada cuando la sorprendió un mensaje de Álvaro Ahunchaín, coordinador del Instituto Nacional de Artes Escénicas (INAE), que le preguntaba si tenía disponibilidad entre el 20 de junio y el 1° de julio. Enseguida supo que eran buenas noticias para Hanami, el unipersonal autobiográfico que escribió para sanar y enseñar a transitar el dolor desde la belleza de la existencia tras la pérdida de su hijo Uriel.
“Mi corazón explotó, porque nos habíamos presentado al catálogo de internacionalización, que es donde las obras uruguayas quedan para ser ofrecidas a festivales, y ya me olió que era por ahí”, cuenta Danna Liberman a Domingo, horas antes de subirse al avión que la trajo de Lisboa a Montevideo, después de haber presentado la pieza en la décima edición del Festival Internacional de Teatro de Alentejo (FITA).
Resultó que Antonio Revéz, organizador del evento portugués, se deslumbró con Hanami en el Festival Internacional de
Artes Escénicas de Uruguay y decidió invitarlos. Danna, que solía repetir ‘tenemos que llevar Hanami por el mundo’, no daba crédito a lo que leía: su deseo estaba a punto de dejar de ser una utopía. “Ahí enloquecí. No lo podía creer. Llamé a todo el equipo y enloquecieron conmigo,”, expresa. Viajó junto a Luz Viera (co directora junto a
Jimena Márquez), la productora Gabriela Larrañaga, la iluminadora Inés Iglesias y la responsable audiovisual Renata Sienra a vivir esta experiencia magnífica que esperan sea el puntapié para seguir mostrando la obra al mundo.
“Estamos emprendiendo el retorno con el equipo y en la camioneta hicimos un brindis con mate para celebrar la primera gira de muchas”, comenta sobre este anhelo.
Fueron 10 días de intercambio con artistas de distintas partes del mundo. Luego de cada función se armaban tertulias y todos daban su devolución de las obras. “Los colegas de otras compañías estaban súper conmovidos. Había una cosa de agradecimiento por la potencia, lo simple, y el coraje de decir: eso era lo que más se repetía. A alguna gente se le remueve su propia historia a partir de lo que se cuenta. Es interesante el eco de lo que sucede después y los abrazos, porque a veces la devolución es un abrazo prolongado, y no algo que te dicen”, comparte Danna.
Y añade: “Hanami no tiene nada que ver con si te gusta o no te gusta la pieza, sino con una necesidad expresiva y con algo que deseo compartir. Eso me lo tengo que recordar para soltar la presión y permitirme entrar en ese canal de traer el mensaje de amor, el mensaje de Uriel”.