El Pais (Uruguay) - Revista domingo
La selección celeste tiene su diseño
“No te imaginás la cantidad de rosarios que hay”, señala Victoria Storace a
Domingo mientras busca en sus cajas distintos ejemplos y asegura que aprendió con cada uno porque de la mayoría desconocía su existencia.
“Cada religión se achaca su creación, pero viene desde el budismo y siempre con la misma idea: es una manera de meditar donde uno se alinea con algo que quiere y te viene como una paz”, explica. “No importa en qué creas, sea el amor, la energía, la espiritualidad. Por eso digo que el rosario atraviesa a todas las religiones”, añade. Hay rosarios cristianos —y dentro de ellos muchas variedades—, budistas, musulmanes... También hay distintos tipos de cruces. “Los evangélicos te piden un rosario sin Jesús en la cruz porque para ellos Jesús no está en la cruz”, detalla la artesana y agrega que tiene una clienta llamada Mirtha que le ha pedido rosarios que ni sabía que existían. “Es un mundo apasionante”, asegura. Entre sus propias variedades distingue los que elabora para los autos, para colgar en la palanca de cambios o en el espejo —agrupado de a cinco cuentas y no diez—, de los que realiza por ejemplo para bebés o para niños chicos con cruces y medallas con simpáticos motivos infantiles. Incluso diseñó un rosario para alentar a la selección uruguaya de fútbol, con series de cuentas celestes y una amarilla por el sol. “Es súper sobrio, lo podés usar perfectamente y te representa. Todo un país se une con eso, se van las ideologías políticas, las religiones, y todo el mundo hincha por lo mismo. Vendí una cantidad, muchos lo han llevado para regalar cuando se van de viaje”, comenta.
También tiene historias que sorprenden y movilizan. Como la vez que hizo un rosario para una niña que necesitaba una operación. Allí supo que existía el Código Sagrado. “Es un rosario que se reza repitiendo números y cada número tiene un significado, es una intención”, detalla. Hay gente que le dice que cuando reza su rosario se quiebran vasos. Victoria se emociona al contar que varios le encargan rosarios para regalar a una persona enferma aunque sepan que no va a sobrevivir. “Quieren que tenga el rosario como un compañero hasta el final y muchos me cuentan que la persona murió con el rosario en la mano. Ya ni siquiera me da tristeza, me da satifacción por cómo se dio”, apunta.
Valora mucho la confianza que depositan en ella al hacerle los pedidos, la mayoría sin conocerla personalmente porque hoy casi todo se resuelve en forma virtual, incluso los pedidos de las novias por más que eso la siga sorprendiendo. “La gente me dice ‘hacelo como tú quieras’. Me cuenta el color o me explica para qué lo quiere”, apunta quien sostiene que su campaña en Instagram
(@rosarios delsur) es muy tímida aunque haya hecho un curso de marketing específico de esta red social. “Son las mismas clientas que me repiten y así va creciendo la comunidad. Para mí ese es el mayor reconocimiento que tengo, que alguien que me compró una vez me vuelva a comprar”, cierra emocionada y con ganas de seguir creciendo y aprendiendo.