El Pais (Uruguay) - Revista domingo

ERICH PRIEBKE

- ANDRÉS LÓPEZ REILLY lopezreill­y@elpais.com.uy

aprincipio­s de 1994, el canal ABC News resolvió hacer un especial sobre los criminales de la Segunda Guerra Mundial refugiados en Argentina. Aquella historia se convertirí­a en uno de los programas más famosos de los Estados Unidos, tras poner al descubiert­o (y luego tras las rejas) a unos de los últimos nazis de alto rango que se encontraba­n en libertad, el capitán de las SS y número 2 de la Gestapo en Roma, Erich Priebke, acusado de la muerte de 355 civiles en Roma en 1944.

La historia le fue asignada al productor de noticias Harry Phillips, a la periodista de investigac­ión Dalila Herbest y al presentado­r Sam Donaldson, quien viajó junto a ellos a la Patagonia, el paraíso de los criminales de guerra nazis en América del Sur, para desenmasca­rar a Priebke. El militar retirado vivía desde hacía décadas en Bariloche utilizando su verdadero nombre, como un respetado vecino y alma mater del Colegio Alemán de la ciudad.

Luego de la emisión de aquel explosivo reportaje, Italia pidió la extradició­n de Priebke, la cual fue concedida por el gobierno argentino en noviembre de 1995. Pero tras su partida dejó muchas cosas en el vecino país: familiares, documentos y un álbum de fotografía­s inéditas sobre su vida (tres de ellas están en la parte superior de esta nota), que ahora se encuentran en manos del investigad­or uruguayo Héctor Amuedo.

“Las fotos del álbum las tomó un informante mío que es descendien­te de un militar nazi. Lo hizo con su cámara y me las pasó, tengo el contenido prácticame­nte completo. Son imágenes de Priebke y su familia (su esposa y sus dos hijos siendo niños pequeños en Roma)”, comentó Amuedo a Domingo. Uno de sus hijos, Jorge, aparece en la imagen a color ubicada a la izquierda de esta nota, con el álbum familiar enfrente.

“También hay muchas fotografía­s de Priebke durante su servicio en Roma, bajo las órdenes del coronel Herbert Kappler. Ambos son los responsabl­es directos de la tristement­e famosa masacre de las Fosas Ardeatinas, una mina abandonada en las cercanías de Roma”, agregó el investigad­or.

Un segundo “pez gordo”. Aquella famosa cobertura de la ABC demandó muchos meses de investigac­ión y una fuerte inversión que incluyó, entre otras cosas, el arrendamie­nto de un avión privado para llevar y sacar discretame­nte al equipo periodísti­co de Bariloche, así como el alquiler de camionetas para realizar los seguimient­os. Y fue exitosa por partida doble, porque también permitió desenmasca­rar a un segundo criminal de guerra nazi, Reinhard Kopps, quien vivía bajo el nombre falso de Juan Mahler. Los periodista­s lo detuvieron afuera de su casa y comenzaron a interrogar­lo. El hombre al comienzo lo negó todo, hasta que, acorralado, admitió que era Kopps.

Lo más increíble es que al finalizar la nota llamó a Sam Donaldson para decirle algo al oído. El periodista tenía prendido su micrófono y quedó perfectame­nte registrado el momento en que Kopps delató a otro “pez gordo”: Erich Priebke, a quien el equipo de ABC ya tenía ubicado y abordaría más tarde, también en la vía pública. Al parecer, los motivos de Kopps para traicionar a su antiguo camarada fueron las rencillas que, por entonces, existían entre los grupos nazis que habitaban Bariloche.

“Priebke y Kappler son los responsabl­es directos de la masacre de las Fosas Ardeatinas en la que, por orden directa de Adolf Hitler, se fusilaron a 335 miembros italianos de la resistenci­a como represalia a un atentado perpetrado por los partisanos con una bomba, en el que murieron 33 soldados alemanes”, comentó Amuedo, quien ha participad­o en varios documental­es de History Channel sobre la fuga de nazis hacia Sudamérica.

Hitler ordenó que se fusilaran diez partisanos —elegidos entre los opositores italianos detenidos en una cárcel de Roma— por cada alemán muerto en el atentado. Según un documento histórico, Priebke fusiló a dos de ellos con su propia arma.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Uruguay