El Pais (Uruguay) - Revista domingo
Misterios bajo tierra
Túneles y cisternas de agua. Montevideo y Maldonado conservan vestigios arqueológicos que tuvieron fines militares, clandestinos y mundanos.
Mucho se ha escrito de la historia de Montevideo y Maldonado. Pero poco se sabe de los túneles que existieron o sobreviven en edificios importantes de ambas ciudades. ¿Por qué nadie habla de ello? Porque históricamente estas galerías tuvieron propósitos clandestinos o militares. Y porque en la actualidad se encuentran, ya sea en tramos transitables, tapiadas o inundadas, en predios privados, áreas bancarias o padrones donde un hallazgo arqueológico podría pausar un emprendimiento inmobiliario. También es cierto que muchas de estas construcciones tuvieron funciones bien mundanas: fueron cisternas de agua o parte de un antiguo sistema de saneamiento.
Uno de los vestigios más enigmáticos del pasado colonial son las bóvedas subterráneas y túneles que se despliegan bajo la Ciudad Vieja y en otros sitios de Montevideo y Maldonado, apuntalados por la leyenda, el misterio y la poesía ciudadana. En muchos casos se desconoce cuál fue la utilidad que tuvieron estos pasadizos, o si por intermedio de ellos se pudo, por ejemplo, llegar al famoso tesoro que durante años buscaron las hermanas Masilotti en el Cementerio Central: se dice que en la desaparecida fábrica de jabones Strauch & Cía, hoy reemplazada por un moderno complejo de apartamentos, existían túneles a través de los cuales se podría haber llegado hasta el camposanto.
Dejando de lado las redes de saneamiento, el resto de las galerías tuvieron básicamente tres utilidades: desde la fundación de la ciudad hasta la independencia, para fines militares; desde 1830 en adelante, para contrabando y reuniones secretas.
Andrés Barrera ha investigado los túneles subterráneos durante 30 años y se encuentra escribiendo un libro sobre la temática. “En general los túneles que subsisten fueron tapiados o se trata de no hablar mucho de ellos, porque si se sabe que hay vestigios arqueológicos debajo de una casa van venir a poner trabas a la hora de hacer una reforma o una construcción nueva”, comenta a Domingo.
Y agrega: “En 1997 presenté un proyecto en la
Junta Departamental de Montevideo para habilitar turísticamente algunos túneles, pero fue archivado, pese a que había sido aprobado por algunas comisiones. No era un proyecto para circular por los túneles, sino para que la gente tuviera conocimiento de ellos y se pudiera sacar una foto; como pasa en Argentina, en Cartagena de Indias o en Israel con el túnel de Siloé”.
Por lo general no se puede acceder a las construcciones subterráneas, aunque hay excepciones. “Uno al que se está accediendo es el del Hospital Pasteur en la calle Larravide, que es en realidad una cisterna de acopio de agua de lluvia, de la época de la Villa Restauración, hoy barrio La Unión. En esa zona se ha hecho un rescate arqueológico muy bueno. Previamente hicieron un barrido con georradar que indicó la presencia de una posible construcción subterránea que comunica la iglesia con el hospital. En los 90 yo detecté la misma anomalía, como la detecté también en la iglesia de
Maldonado y en otros tantos lugares. Pero como es un predio público, no se puede ir con una pala y empezar a excavar así nomás”, destaca.
La Ciudad Vieja de Montevideo. Se cree que la Catedral y el Cabildo estuvieron conectados por un túnel. También se hallaron vestigios de pasadizos bajo el Apostadero Naval y la Plaza Zabala, donde se construyó el primer fuerte y comenzó a crecer la ciudad. Hoy sería imposible excavar en ese sitio (donde hace seis años se hallaron algunos vestigios