El Pais (Uruguay) - Sabado Show
YANINA GASAÑOL
A un año y medio del incendio que la dejó su casa, la periodista suma desafíos en Subrayado y también se reencontró con el amor.
La periodista asumió un nuevo desafío en Subrayado. Además de la corresponsalía desde el centro del país, la comunicadora se desempeña en coberturas diversas los fines de semana. “Hoy puedo decir que me siento como el Ave Fénix. Nunca, pero nunca, dejemos de soñar”, posteó el fin de semana pasado al compartir imágenes de su cobertura, en vivo, del Cosquín Rock. Para Gasañol, el salto es especialmente significado en cuanto hace un año medio un incendio la dejó sin casa en su ciudad, Trinidad. Además, la periodista habla de su historia de amor con el músico Richard Mattos.
—En octubre de 2022, un incendio provocó la destrucción de tu casa en Trinidad mientras con tu hija estaban en Montevideo en el recital de Tini. Con la perspectiva del tiempo, ¿qué significó ese hecho para ti?
—Fue como volver a empezar de cero en todo el sentido. De algún lado sacamos fuerza para reponernos como familia. La sociedad fue fundamental: muchísima gente, colegas y compañeros de la radio y del canal, tanto en Trinidad como en Montevideo, se movilizó para ayudarnos. Recibimos mucho apoyo.
—¿Pudieron reconstruir la casa o están en otro lado?
—No, esa casa tenía una carga muy fuerte, negativa, en mi historia. Allí viví muchas situaciones de violencia y con el fuego se fue también todo eso. Estuvimos un tiempo en una casa que un empresario nos cedió gentilmente hasta que nosotras pudiéramos irnos. Yo le dije que en seis meses me levantaba y así fue. A los seis meses devolví la casa y nos fuimos a otra casita, que estamos alquilando por el momento, aquí en Trinidad. Vivimos con lo justo y necesario, pero bien anímica y emocionalmente, más allá de que Mayumi sigue con terapias.
—Sos periodista radial en Flores y corresponsal de Subrayado, pero ahora sumas coberturas en Montevideo para el informativo de Canal 10. El fin de semana cubriste el Cosquín
Rock y compartiste esta noticia como mucha alegría. ¿Por qué fue tan significativo?
—Por suerte se han abierto muchas puertas en este tiempo. Cuando lo del incendio mucha gente me decía: “El fuego se llevó todo lo malo y ahora vendrán cosas muy buenas”. Yo no lo visualizaba en ese momento, pero realmente fue un antes y un después en mi vida. Esa contención me hizo creer en mí misma y fue el motorcito para animarme a nuevos desafíos. Ahora tuve la posibilidad, gracias a la invitación de Nelson Fernández, de realizar otras coberturas, más allá de la corresponsalía que mantengo. Comenzamos los fines de semana porque yo no puedo, por el momen
AMOR Y MÚSICA
La periodista de Flores Yanina Gasañol inició una historia de amor con Richard Mattos, cantante de la reconocida Banda Zeta. Él reside en Florida y mantienen el vínculo a distancia. La periodista también se encarga de la producción del grupo. to, mudarme a Montevideo. Para criar una niña, como en mi casa, no cambio por nada Trinidad. Ella tiene actividades que quedan cerca y a las que va sola. Yo la miro desde la vereda. Eso en Montevideo no podríamos hacerlo.
—¿Qué tipo de coberturas te han tocado hasta el momento?
—Yo estoy dispuesta a cubrir todo tipo de información, pero Nelson y los coordinadores me ven con cualidades para “el color”. Estuve cubriendo las actividades de un circo en Maldonado y el fin de semana el Cosquín Rock. Ya había hecho otros festivales pero como corresponsal y esta cobertura en particular fue muy linda, con varias salidas en vivo.
—Más allá de lo laboral, también hay buenas nuevas en lo personal.
—Sí, estoy atravesando por un momento de mucha contención y apoyo por parte de mi pareja, Richard Mattos, que es vocalista de Banda Zeta, el creador del éxito Agua Helada. Desde hace un tiempo me encargo de la producción musical del grupo, una tarea que me tiene muy entusiasmada. Por otro lado, él fue también el impulsor para que yo tomara estos nuevos desafíos en mi carrera. “El tren pasa una vez. Hay que aprovecharlo”, fueron sus palabras. Él como artista me entendió perfectamente y me apoya en todo, más allá de que implique muchas horas fuera de casa.
La carrera de Manuela da Silveira se detuvo el año pasado, prefirió enfocarse en ella, su entorno y su familia. Fue madre de Matías que en mayo cumple un año, también en 2023 falleció su padre, Jorge “Toto” da Silveira, y ella prefirió refugiarse en un trabajo de oficina que le permitió conocer realidades y ayudar desde otro lado. Este año, Da Silveira volvió por partida doble con el programa de Canal 12, y la obra que tiene funciones los jueves en Teatro Movie. Sobre su año ausente, los cambios, sus fortalezas y la violencia en redes sociales es esta charla con Sábado Show.
—Estuviste un tiempo ausente de los medios y volviste con todo, obra de teatro y programa de televisión. ¿Cómo se dio este regreso?
—Se juntó todo. El año pasado, entero, estuvo dedicado a los cuidados, en esas “labores no remuneradas”. Transitamos el embarazo, acompañamos a papá y después la licencia maternal —la palabra licencia me da gracia—, papá falleció, entonces fue un año como de estar mucho ahí, ocupándome de mí, del bebe y del entorno. A finales del 2023 surgió la posibilidad de trabajar en alguna cosa concreta; y este año cuando aparece Veo como cantas, Mati ya tenía seis meses. Surgió de una conversación con Ana Laura González y Eugenio Restano que me dijeron que estaban con ese proyecto que conocía porque había visto el de España. Y después se juntaron un poco las fechas de un estreno y el otro, por eso tiene como una resonancia.
—¿Cómo fue la dinámica para el programa?
—Los cantantes misteriosos ensayaban por la mañana, y durante esa parte nosotros no estamos; y después del mediodía grabamos. Y el canal me reacompañó; estaba la posibilidad de que una amiga maquilladora me empezara a preparar en casa, en el caso de que la jornada por Matías se complicara. Todo tiene un horario bastante marcado, entonces no me ausentaba mucho, fue muy amigable para la crianza. Y los ensayos de Segundo tiempo también fueron muy abiertos a Matías. Cuando no tenía con quién dejarlo, iba al ensayo.
—Rusito González y Florencia Infante también son padres, así que entienden de esas complicaciones.