Fijaron una fecha tope para reducir grasas trans
Cuando comience octubre de 2019, todos los aceites vegetales y margarinas no podrán tener más de 2% de grasas trans. El resto de alimentos ya preparados podrán tener hasta un 5% de este tipo de grasas, aunque al cabo de cuatro años no se permitirá superar ese 2%.
El Poder Ejecutivo apuró a la industria alimenticia para que cumpla con la progresiva disminución de las grasas trans en los productos que se venden en Uruguay. En un decreto fechado a fines de abril, se estableció un ultimátum de 18 meses para aplicar la normativa.
Los productos importantes también se ajustarán a la reglamentación. Los únicos alimentos que exceden la norma son las grasas provenientes de rumiantes, incluyendo sus lácteos.
Dentro de las grasas alimentarias, las trans son las que más afectan la salud. Su repercusión en la obesidad, la diabetes, el aumento del colesterol malo y la reducción del colesterol bueno hacen que tengan una relación directa con las enfermedades cardiovasculares.
Ya en 2003 la Organización Mundial de la Salud había advertido que la ingesta de grasas trans debería ser lo más reducida posible; nunca superando el 1% de la ingesta total de energía del día.
Hasta ahora, Uruguay no contaba con un límite establecido de grasas trans en alimentos de circulación local; por lo que las autoridades sanitarias estiman que su consumo estaba por encima de los valores aconsejados. Incluso el etiquetado de alimentos no es lo suficientemente masivo y exhaustivo como para advertir de los riesgos y la cantidad de este tipo de grasas.
Por eso en el decreto, el Ejecutivo explica que la “sustitución o eliminación de las grasas trans es una de las intervenciones de salud públicas más directas y costoefectivas para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y mejorar la calidad nutricional de las dietas”. Además, se dice, existe la posibilidad tecnológica para efectuar este cambio.
“Esta medida, muy importante para el país, tendrá sus consecuencias positivas y la industria no tendrá demasiado problema en implementarla, ya que se viene trabajando desde hace tiempo y hay forma de sustituirlas”, dijo al portal de Presidencia Isabel Bove, asesora en nutrición del Ministerio de Salud Pública.
A partir de octubre de 2019 comenzará la fiscalización de productos y, por tanto, la aplicación de las sanciones que disponga el reglamento bromatológico.