“Un retrato me puede llevar hasta 5 meses”
GGG persona tenga contraste con su piel. “Por eso les indico que no usen prendas de color beige”, expresó. También recomienda, a las mujeres, llevar el pelo suelto o semirrecogido ya que el recogido completo “endurece mucho las facciones”.
Siempre pregunta a los destinatarios del retrato si tienen “un lado bueno”, ya que “algunos prefieren determinado perfil; a otros, en cambio, les da igual”.
Varios personajes le piden que soslaye algún detalle, como un lunar incómodo, o que lo haga “un poco más delgado”. En general, los caballeros son los más remilgados.
“Me dicen que están gordos, que tienen que empezar un régimen, si no les puedo sacar algún kilito en el retrato”, contó.
“Una vez un conde belga estuvo todo el tiempo, mientras lo retrataba, con la cabeza hacia arriba. Cuando le pregunté por qué tenía esa postura, me dijo que era para que no le pintara el doble mentón”, contó el pintor. Lo mismo le sucedió con una princesa que tenía menos de 20 años. “No tenía nada, era joven y delgada, pero ella pensaba que tenía papada”, recordó.
EN VIDA. A Leite, un retrato le puede llevar de 15 días a cinco meses, dependiendo del tamaño y la exigencia en los detalles. Por lo general suele pintar a la persona en vida, pero también le han encargado retratos de personalidades fallecidas, como el expresidente Baltasar Brum o Luis Alberto de Herrera.
Juan Pedro Damiani, hasta hace poco presidente del Club Atlético Peñarol, le encargó un retrato de su padre (que aparece en la galería de la derecha).
En esos casos, las fotos son fundamentales pero también lo son los “modelos”.
“Trato de conseguir “dobles” porque la pose natural es fundamental. Buscamos a una persona que tenga un color de piel similar y le pedimos que se ponga una vestimenta similar a la que utilizaba el retratado para ser fiel a los detalles”.
Para el retrato de Brum, él mismo fue el modelo.
“Me vestí con el traje, me coloqué frente a un espejo de cuerpo entero que tengo en mi taller y lo pinté”, contó. El cuadro se puede ver hoy, junto a otros de Leite, en la Sala de Gabinete del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Cada vez que retrata a alguien, el modelo debe estar por lo menos una hora posando, aunque con pausas en el medio.
“Trabajo 10 o 15 minutos y paramos. A veces me olvido y veo que la persona se empieza a mover incómoda y ahí paramos”, explicó.
A lo largo de su carrera Leite ha pintado unos 1.400 cuadros, que incluyen no solo retratos sino también paisajes, naturalezas muertas y arlequinos.
“Para el retrato de Baltasar Brum, yo posé como modelo frente a un espejo”.