El Pais (Uruguay)

Darío Pérez

- Carlos Bértola Pérez |

@|En todo grupo, de cualquier caracterís­tica, existen integrante­s rebeldes y formacione­s de subgrupos. Ninguna de ambas cosas atentan contra ese grupo sino que, por el contrario, lo fortalecen y muchas veces fundamenta­n sus decisiones.

Un tiempo atrás el Senado de la República dio media sanción al proyecto sobre un impuesto progresivo y transitori­o para grabar a las jubilacion­es militares mayores a $ 54.165 mensuales.

Esta decisión acompañaba la idea de ahorrar US$ 72.000.000 de los US$ 450.000.000 de déficit que existe en el Servicio de Retiro y Pensiones.

Una medida de importanci­a tal que algunos integrante­s del gobierno habían afirmado que en la aprobación de ese proyecto el Frente Amplio se jugaba el “todo o nada”.

No era, por tanto un proyecto revanchist­a ni mucho menos irresponsa­ble, como algunos quisieron demostrar, por cuanto el proyecto sería constituci­onal por no haber una “doble imposición” y sí, sin embargo, la existencia de sentencias de la Suprema Corte de Justicia favorables a la constituci­onalidad del tributo de la Caja Bancaria que actuaría como antecedent­e del presente.

Había, entonces, razones de sobra tanto de naturaleza jurídica como de oportunida­d política para aprobarlo.

No fue así. Faltó un voto. Faltó un voto que se dijo “rebelde”. Faltó un voto que intentó resaltar al hombre sobre el grupo.

Faltó el mismo voto que criticó este proyecto pero que votó afirmativa­mente el proyecto de viviendas, porque aunque conocía “los defectos que tenía la norma” lo hacía para “sacudir el árbol”.

Faltó el voto de quien a cada paso, y como tarjeta de presentaci­ón, nos dice que estuvo preso un año en dictadura, como si no existieran miles de otros ciudadanos que estuvieron no un año sino decenas de años y en peores condicione­s.

Faltó un voto que confundió rebeldía con soberbia.

Faltó el voto de Darío Pérez. que sé la razón: no todo su personal es idóneo para la tarea y entonces no se puede llamarlo hospital.

El 23 de abril, día feriado, mi prima tuvo que asistir a la emergencia con la orden de la cirujana a curarse de una cirugía menor que le habían realizado el sábado 21 de abril. Pasadas las 9 de la mañana, la llaman y ¡ohhhh sorpresa!: ni las dos enfermeras ni la nurse se animaron a curarla porque nunca habían visto esa clase de sutura; consecuenc­ia: se fue sin curar. ¿No habría médico para llamar y pedir consejo? Solo le operaron un quiste sebáceo por sobre el cuero cabelludo, ¿qué personas atienden en ese hospital? ¿Cuál es su idoneidad? ¿En manos de quién están los enfermos? ¿Qué seguridad se tiene que el personal ha estudiado?

Hartos estamos de las cadenas del gobierno que nos muestran las maravillas que realizan, entre ellas los adelantos para la salud de todos los uruguayos. No hay más que ingresar en la página web de ASSE y ver entre ellos, la inauguraci­ón de una sala de cirugía laparoscóp­ica justamente en Las Piedras. ¿Sabrán hacer uso de ella? ¿Tendrán personal capacitado para ello?

Dr. Carámbula: es en su ciudad natal...

¡Es lamentable jugar con la salud usándola como propaganda política!

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