La escasa inversión en acciones de las AFAP
Brindarían más rentabilidad, pero están limitadas por la regulación y baja oferta en mercado de valores
Las carteras de inversión de los fondos de pensiones latinoamericanos tienen “diferencias significativas entre sí”. En los países que implementaron primero el sistema de ahorro individual (Colombia, Chile y Perú) están “más diversificadas por categorías de instrumentos” y en los que tienen regímenes previsionales “con menor madurez” (como Uruguay, Costa Rica, El Salvador y República Dominicana) las inversiones se concentran en títulos de renta fija.
Eso analizó un reciente artículo de la Federación Internacional de Administradoras de Fondos de Pensiones (FIAP) sobre América Latina, que observó entre otros países la situación de Uruguay respecto a las inversiones de las AFAP en renta fija y variable (ver aparte).
Las primeras son aquellas donde se conoce de antemano el interés que generarán como los bonos soberanos, las Letras de Regulación Monetaria que emite el Banco Central (BCU) o las obligaciones negociables que colocan empresas; las segundas son inversiones que no se conoce el rendimiento (hasta puede ser negativo) porque está asociado a alguna variable, como el desempeño de una empresa del que el inversionista se vuelve accionista.
De la forma misma de estos instrumentos, se desprende que mientras los de renta fija son más seguros, los de renta variable otorgan una mayor rentabilidad potencial.
En el caso de Uruguay, la normativa permite a las AFAP invertir en renta variable hasta el 50% del subfondo de acumulación —donde están los ahorros de todos los trabajadores menores de 55 años— pero únicamente en títulos locales, sean valores de empresas públicas o privadas, certificados de participación, títulos de deuda o títulos mixtos de fideicomisos financieros, y cuotapartes de fondos de inversión.
Actualmente las cuatro AFAP que participan del mercado (República, Sura, Unión Capital e Integración) tienen en este tipo de instrumentos el 13,35% de su cartera, según el último informe publicado por el BCU.
El presidente de la Asociación Nacional de AFAP (Anafap) —que nuclea a las tres administradoras de fondos privadas— y gerente general de AFAP Sura, Sebastián Peaguda, dijo a El País que dicha cantidad “puede resultar insuficiente, sobre todo con los desafíos crecientes que deberán soportar los ahorros previsionales” en el futuro.
“Cada vez el ahorro acumulado deberá cubrir más tiempo de la persona en etapa pasiva (por la mayor esperanza de vida), con lo que debe necesariamente ahorrarse más antes de jubilarse. Eso debería ir acompañado de una exposición a mayor rentabilidad para poder acompañar los requerimientos, y eso se puede hacer si se invierte en renta variable en los primeros años de la etapa de ahorro previsional”, expresó Peaguda, en línea con una propuesta de Anafap de crear un nuevo fondo de acumulación (ver aparte).
Asociado a esto, la FIAP dice que “los menores desempeños, aunque siempre positivos y de magnitud significativa, se presentan en los sistemas de capitalización de países que tienen una baja o nula inversión en instrumentos de renta variable”. Aunque ese análisis no aplica para Uruguay, ya que la rentabilidad real anualizada desde el inicio del régimen en 1996 es 7,9% y la segunda mejor de Latinoamérica, solo superada por Chile (8,2%) y por encima de Colombia (7,8%) y Perú (7,7%) —países con sistemas de ahorro individual más desarrollados en el tiempo.
Por su parte, el gerente de Inversiones de Unión Capital, Aparte de los límites legales para invertir en renta fija, las AFAP creen no hay suficiente desarrollo del mercado de capitales. Ignacio Azpiroz, manifestó a El País que “el nivel actual de inversiones en renta variable es muy bajo ya que existen muy pocas acciones locales que coticen” producto del escaso desarrollo del mercado de valores.
Al momento en los portafolios de las AFAP solo aparecen acciones de la empresa química Isusa, de Gralado (sociedad anónima que administra la terminal de pasajeros de Tres Cruces), del Frigorífico Modelo y el parque eólico Valentines.
Tanto Peaguda como Azpiroz coincidieron en que la limitación de invertir en renta variable en los mercados internacionales acota las posibilidades para las AFAP, y por eso la creación de un nuevo fondo debería atender esa variante.
“Circunstancialmente hemos visto retornos más altos para las inversiones en deuda soberana local, pero eso potencialmente no es bueno porque supone una concentración geográfica en Uruguay del portafolio. Lo que se desea en un fondo para el retiro es contar con una buena rentabilidad con un riesgo acotado y eso supone una buena diversificación entre una amplia gama de instrumentos financieros”, señaló el presidente de Anafap.
En la actualidad el 72,72% de las inversiones de las AFAP son títulos del Estado uruguayo y el BCU, mientras que el 6,57% son valores de renta fija emitidos por organismos internacionales de crédito o gobiernos extranjeros de muy alta calificación crediticia, el 4,61% certificados de depósitos bancarios, y el 1,55% préstamos a afiliados y beneficiarios del sistema.
“Inversiones en renta variable son bajas por las pocas acciones locales que cotizan”.