Colombia vota hoy nuevo presidente con una izquierda ganando terreno
Si ninguna obtiene el 50% más uno, el 17 de junio definen los dos primeros en balotaje
ABOGOTÁ nte una multitud en la pequeña ciudad industrial de Yumbo, al suroeste de Colombia, el candidato Gustavo Petro lanzó una propuesta: comprar una inmensa extensión de tierra de un magnate que cultiva caña para producir azúcar y etanol.
La multitud gritó y aplaudió celebrando la inédita idea en un país con profundas diferencias entre ricos y pobres que históricamente ha sido gobernado por líderes de derecha o de centroderecha, y que hoy domingo celebra la primera vuelta de las elecciones presidenciales. Si ninguno de los candidatos obtiene el 50% más uno de los votos, el 17 de junio definirán los dos más votados.
Petro, exguerrillero del grupo M-19, llega detrás de Iván Duque en intención de voto y aunque no gane la contienda para remplazar al presidente Juan Manuel Santos, sus ideas están cobrando fuerza.
La firma del acuerdo de paz en 2016 con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que acabó cinco décadas de conflicto, ha cambiado las prioridades de muchos votantes y abierto camino para la izquierda en las urnas. La pobreza, la desigualdad, la educación, la salud y la corrupción comienzan a remplazar a la seguridad como las preocupaciones más apremiantes para millones de colombianos.
Un buen desempeño de Petro puede sentar las bases para un movimiento más dinámico en futuras elecciones. Petro, quien como alcalde de Bogotá fue polémico por un escándalo en el sistema de recolección de basuras que lo sacó temporalmente del cargo, está 12 puntos porcentuales por debajo de Duque según el último sondeo.
“El apoyo a Petro es indicativo de una creciente insatisfacción populista con el status quo”, dijo Sergio Guzmán, analista principal de Control Risk para Colombia.
Pero el mayor desafío para la izquierda viene desde adentro: las luchas ideológicas entre partidos a menudo han obstaculizado las coaliciones. Una broma bien conocida dice que la izquierda es “reunida, no unida”. Y a pesar de su éxito reciente, Petro no es universalmente aceptado incluso en la izquierda. Candidatos más favorables a las empresas, como Sergio Fajardo, tercero en las encuestas, se han negado a unir fuerzas con él.
“Si la izquierda quiere ganar en 2022, ahora deben ponerse de acuerdo en una plataforma unida, una estructura de liderazgo clara y un mensaje disciplinado. Hasta ahora, ha sido más como una orquesta de solistas, donde cada candidato tiene sus problemas individuales”, afirmó Guzmán, de Control Risk.
El creciente éxito en las elecciones locales y regionales puede ser la clave para obtener más apoyo, dijo Óscar Palma, profesor de política de la Universidad de Rosario en Bogotá.
“Independiente de Petro, independientemente de las elecciones presidenciales, incluso del acuerdo de paz con las FARC, hemos visto una tendencia creciente para la izquierda. Creo que es un proceso que podría seguir creciendo”, aseguró.
Muchos colombianos asocian partidos izquierdistas con grupos guerrilleros que aterrorizaron al país con secuestros, asesinatos y atentados, especialmente con exrebeldes como Petro. “Todavía no hemos superado la idea de que la izquierda significa guerrillas armadas”, dijo Palma.