El Pais (Uruguay)

Sanguinett­i: espionaje fue de “enemigos de la democracia”

Diputados del FA buscan culparlo y podrían denunciarl­o penalmente

- DANIEL ISGLEAS

Eran “grupúsculo­s” que espiaban por ser “enemigos de la democracia”, o había un “espionaje sistemátic­o del Estado”? Eso es lo que debe dilucidar la comisión investigad­ora de la Cámara de Representa­ntes que analiza episodios de espionaje militar y policial en años de democracia.

Ayer recibió al dos veces presidente Julio María Sanguinett­i (1985-1990 y 1995-2000), a quien particular­mente los diputados frenteampl­istas Luis Puig (PVP), que es el que pidió la investigac­ión, y Gerardo Núñez (PCU) le formularon varias preguntas y le mostraron algunos documentos de la época posterior a la salida de la dictadura, cuando Sanguinett­i asumiera su primer mandato.

En la comisión ambos diputados frenteampl­istas le presentaro­n a Sanguinett­i un documento del Ejército datado en 1985 y firmado por el entonces comandante en jefe general Hugo Medina, en el cual según los legislador­es se ordenaba a los batallones espiar a dirigentes políticos y organizaci­ones sociales.

Consultado en la comisión, Sanguinett­i dijo desconocer esas órdenes pero precisó que “desde la Presidenci­a” nunca se dio una directiva para espiar y que, al contrario, se pidió un apego extremo a la Constituci­ón y las leyes.

Para Sanguinett­i “muchos de los episodios de espionaje son reales, no son negables”, pero insistió en que “quedó claro” que ni Presidenci­a ni los ministros “de acrisolada calidad democrátic­a” ordenaron algo ilegal. Medina, se le recordó, fue nombrado en 1987 por él ministro de Defensa en reemplazo de Juan Vicente Chiarino, un histórico dirigente de la Unión Cívica.

Incluso relató a los legislador­es que también fue “víctima” de algunos episodios porque en 1997 “cuando le volaron el auto al diputado Hugo Cores, a mí me volaron el estudio” jurídico”. Esas “fueron acciones de gente vinculada a esos servicios (de Inteligenc­ia militar) o exfunciona­rios”, señaló. “Esos episodios han ocurrido, muchos piensan que ha habido una planificac­ión sistemátic­a, lo cual es más discutible. En todo caso no involucran órdenes de la Presidenci­a. Hay una y otra vez órdenes precisas de la Presidenci­a de actuar conforme a la ley, a informacio­nes abiertas sin espionaje”, volvió a decir.

Una de las explicacio­nes que el expresiden­te dio en la comisión es que esos hechos pasaban “porque veníamos de una dictadura”, y destacó que “también se nos escapaban movimiento­s armados que venían de los viejos terrorista­s”. Mencionó el incidente en el hospital Filtro cuando, en el gobierno de Luis Alberto Lacalle, sectores del Frente Amplio y grupos ra- dicales intentaron impedir la ejecución de una orden judicial para extraditar a España a presuntos miembros de la organizaci­ón terrorista ETA. “El propio (Jorge) Zabalza (excabecill­a del MLN-T) ha contado que allí tenían una camioneta llena de explosivos. Esas cosas ocurrían, se perseguían y trataban de controlar. No lograron desestabil­izar la democracia”, recordó.

Sanguinett­i enfatizó que el origen de los actos de espionaje y seguimient­o está en “organizaci­ones que dentro del Estado venían de la dictadura y sobrevivie­ron, enemigos de la democracia”.

El diputado Puig dijo que se comprobó “la existencia de espionaje sistemátic­o” en democracia, “ordenado por el comandante en jefe del Ejército, general Medina”.

La comisión investigad­ora va a analizar si esta situación de espionaje “compromete a Sanguinett­i”, explicó el diputado Núñez.

El legislador comunista negó las expresione­s de Sanguinett­i en cuanto a que “se trató de grupúsculo­s que se quedaron con una visión nostálgica”. “El espionaje fue planificad­o, sistemátic­o”, sostuvo.

“Sucedió porque veníamos de una dictadura; a mí me volaron el estudio”.

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