Sanguinetti: espionaje fue de “enemigos de la democracia”
Diputados del FA buscan culparlo y podrían denunciarlo penalmente
Eran “grupúsculos” que espiaban por ser “enemigos de la democracia”, o había un “espionaje sistemático del Estado”? Eso es lo que debe dilucidar la comisión investigadora de la Cámara de Representantes que analiza episodios de espionaje militar y policial en años de democracia.
Ayer recibió al dos veces presidente Julio María Sanguinetti (1985-1990 y 1995-2000), a quien particularmente los diputados frenteamplistas Luis Puig (PVP), que es el que pidió la investigación, y Gerardo Núñez (PCU) le formularon varias preguntas y le mostraron algunos documentos de la época posterior a la salida de la dictadura, cuando Sanguinetti asumiera su primer mandato.
En la comisión ambos diputados frenteamplistas le presentaron a Sanguinetti un documento del Ejército datado en 1985 y firmado por el entonces comandante en jefe general Hugo Medina, en el cual según los legisladores se ordenaba a los batallones espiar a dirigentes políticos y organizaciones sociales.
Consultado en la comisión, Sanguinetti dijo desconocer esas órdenes pero precisó que “desde la Presidencia” nunca se dio una directiva para espiar y que, al contrario, se pidió un apego extremo a la Constitución y las leyes.
Para Sanguinetti “muchos de los episodios de espionaje son reales, no son negables”, pero insistió en que “quedó claro” que ni Presidencia ni los ministros “de acrisolada calidad democrática” ordenaron algo ilegal. Medina, se le recordó, fue nombrado en 1987 por él ministro de Defensa en reemplazo de Juan Vicente Chiarino, un histórico dirigente de la Unión Cívica.
Incluso relató a los legisladores que también fue “víctima” de algunos episodios porque en 1997 “cuando le volaron el auto al diputado Hugo Cores, a mí me volaron el estudio” jurídico”. Esas “fueron acciones de gente vinculada a esos servicios (de Inteligencia militar) o exfuncionarios”, señaló. “Esos episodios han ocurrido, muchos piensan que ha habido una planificación sistemática, lo cual es más discutible. En todo caso no involucran órdenes de la Presidencia. Hay una y otra vez órdenes precisas de la Presidencia de actuar conforme a la ley, a informaciones abiertas sin espionaje”, volvió a decir.
Una de las explicaciones que el expresidente dio en la comisión es que esos hechos pasaban “porque veníamos de una dictadura”, y destacó que “también se nos escapaban movimientos armados que venían de los viejos terroristas”. Mencionó el incidente en el hospital Filtro cuando, en el gobierno de Luis Alberto Lacalle, sectores del Frente Amplio y grupos ra- dicales intentaron impedir la ejecución de una orden judicial para extraditar a España a presuntos miembros de la organización terrorista ETA. “El propio (Jorge) Zabalza (excabecilla del MLN-T) ha contado que allí tenían una camioneta llena de explosivos. Esas cosas ocurrían, se perseguían y trataban de controlar. No lograron desestabilizar la democracia”, recordó.
Sanguinetti enfatizó que el origen de los actos de espionaje y seguimiento está en “organizaciones que dentro del Estado venían de la dictadura y sobrevivieron, enemigos de la democracia”.
El diputado Puig dijo que se comprobó “la existencia de espionaje sistemático” en democracia, “ordenado por el comandante en jefe del Ejército, general Medina”.
La comisión investigadora va a analizar si esta situación de espionaje “compromete a Sanguinetti”, explicó el diputado Núñez.
El legislador comunista negó las expresiones de Sanguinetti en cuanto a que “se trató de grupúsculos que se quedaron con una visión nostálgica”. “El espionaje fue planificado, sistemático”, sostuvo.
“Sucedió porque veníamos de una dictadura; a mí me volaron el estudio”.