La docencia es universitaria en un tercio de América Latina
En los revoltosos años 60, el mundo comenzó a darse cuenta de que era necesario que la docencia sea una carrera universitaria. Fue entonces que comenzó la llamada transición: algunos países optaron por crear universidades pedagógicas y otros incorporaron títulos específicos sobre profesorado. Medio siglo después, un tercio de los países de América Latina equipara a la docencia con una licenciatura.
Para Denise Vaillant, directora del Instituto de Educación de Universidad ORT, lo necesario “es una formación docente con licenciatura y un sistema de posgrados con diversidad de prestatarios (universidades públicas y privadas ya existentes)”.
“En los países con extensa tradición en preparación de docentes a nivel universitario, el régimen es el mismo para toda la educación universitaria incluyendo a la formación docente”, opinó. El caso más evidente es Finlandia, en el que el título de grado se cursa en varias universidades, demora cinco años, incluye prácticas todos los años y hasta prueba de ingreso para seleccionar a los mejores. Tan así es que se dice que un profesor en este país nórdico goza de más prestigio que un médico.
En la región, Chile y Colombia son los países que más han avanzado en la profesionalización de la carrera docente. Hace poco se les sumó Brasil.