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Un proyecto de ley considerado de “mano dura” con la migración resultó rechazado en la primera votación, y por ello la discusión de otro proyecto, más moderado, fue transferida a hoy viernes. El Congreso se encuentra bajo una enorme presión para definir una nueva ley migratoria, en medio del escándalo por la separación de más de 2.300 niños mientras sus padres son procesados por ingresar ilegalmente al país.
Desde la semana pasada el presidente Trump ha insistido en que la única forma de resolver esta situación es la aprobación en el Congreso de una nueva ley general de migración.
APLICACIÓN DECRETO. De acuerdo con números oficiales, el Departamento de Salud y Servicios Humanos tiene ahora bajo sus cuidados unos 11.700 niños y menores de edad extranjeros, que en su absoluta mayoría ingresaron al país sin compañía de adultos.
Por su lado, el Departamento de Salud (HHS) solicitó al Pentágono que se prepare para albergar en sus bases militares a 20.000 niños inmigrantes que entraron a territorio estadounidense no acompañados por adultos.
La orden ejecutiva que firmó el miércoles Trump ya abría la puerta a que se detuviera a los inmigrantes en bases castrenses debido a que los centros habilitados para acoger a familias están cerca de su capacidad máxima, dijo una portavoz del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Esos centros para familias, regentados por el ICE, tienen capacidad para 3.326 inmigrantes indocumentados y actualmente albergan a 2.623, que están repartidos en tres instalaciones: una en Berks (Pensilvania) y dos en Texas, una en la localidad de Dilley y otra en Karnes City.
Por otro lado, para evitar la saturación de los centros de detención, el Gobierno instruyó el miércoles por la noche a la Patrulla Fronteriza que deje de transportar a los padres inmigrantes a las cortes federales donde hasta ahora se les estaban imputando cargos criminales, reveló The Washington Post.
Al no enviar automáticamente a los progenitores a los tribunales federales, los jueces no pueden presentar formalmente cargos criminales contra ellos, lo que significa que permanecerán junto a sus hijos y que podrán ser liberados mientras continúa el proceso judicial. De esa forma, en la práctica, la decisión debilita la política de “tolerancia cero” del presidente Trump.
Piden al Pentágono que albergue a unos 20.000 niños que están sin sus padres.