El Pais (Uruguay)

Sobresalto­s y risas en una excursión trunca

-

PABLO STARICCO

Estados Unidos, 2018. Dirección: J.A. Bayona. Derek Connolly y Colin Trevorrow. Belén Atienza, Patrick Crowley y Frank Marshall. Producción ejecutiva: Steven Spielberg y Colin Trevorrow. Fotografía: Óscar Faura. Bernat Vilaplana. Michael Giacchino. Andy Nicholson. Casting: Nina Gold. Diseño de vestuario: Sammy Sheldon. Dirección de arte: Matt Wyne. Ryota Nakanishi y Fernando Trueba. Chris Pratt, Bryce Dallas Howard, Rafe Spall, Justice Smith, Daniella Pineda, James Cromwell, Toby Jones, Ted Levine, Jeff Goldblum, BD Wong, Geraldine Chaplin, Isabella Sermon, Robert Emms, Peter Jason, Kevin Layne, John Schwab, Sam Redford, Charlie Rawes y Patrick Crowley. 128 minutos.

Nunca se trató de los humanos, pese a que el primer recorrido del Parque Jurásico se hizo de la mano de tres personajes carismátic­os. El hosco paleontólo­go Alan Grant (Sam Neill), el carismátic­o teórico Ian Malcolm ( Jeff Goldblum) y la sensible botánica Ellie Sattler (Laura Dern) generaban un abanico de emociones con las diferentes maneras de reaccionar frente a un dinosaurio vivo. Asombro, miedo, admiración. Y eran ellos, los colosos extintos y ahora resucitado­s, los que importaban. Las verdaderas estrellas del espectácul­o.

Al traerlos de vuelta, veinte años después, Jurassic World se volvió a enfocar en ellos, los dinosaurio­s. Entre el estreno del taquillero relanzamie­nto y el clásico de Steven Spielberg, la ciencia avanzó. Se descubrió que los dinosaurio­s tenían plumas de todos los colores y que los velocirráp­tores estaban más cerca de tener el tamaño de una gallina que de una avestruz. Para mantener el encanto y el horror de las criaturas, sin embargo, Jurassic World mantuvo el aspecto que tenían desde su primera aparición bajo la música de John Williams.

Para Jurassic World: el reino caído, la entrega más reciente de la saga, los dinosaurio­s siguen siendo el centro de atención. La historia sucede tres años después de Jurassic World y toma nota de las dos primeras continuaci­ones de la película de Spielberg al alejarse del parque de atraccione­s, que fue completame­nte destruido. En su lugar, en la trama se discute qué se debe hacer con los dinosaurio­s: ¿deben ser salvados de un nuevo desastre natural en camino? ¿Vendidos al mejor postor en un mercado ilegal? ¿Utilizados como armas en futuras guerras? Muchas preguntas son planteadas, aunque no todas son respondida­s.

El director Colin Trevorrow le cedió la silla de director al español J.A. Bayona, responsabl­e de El orfanato, Lo imposible y [222] Jurassic World: el reino caído Un monstruo viene a verme .El cineasta se desenvuelv­e bien al cargar con su primer gran tanque de Hollywood y trae varias secuencias de acción y suspenso que apuestan al entretenim­iento constante. Lo más sorpresivo de su llegada, de todas formas, es la forma en la que Bayona trastocó el ecualizado­r detrás de Parque Jurásico. El español bajó el nivel de aventura y subió el de terror, un género siempre presente en la saga pero ahora explotado aún más con los dinosaurio­s, que son retratados más como monstruos que como animales.

Y hay un montón de dinosaurio­s en El reino caído. Están los que vuelan, los que rompen paredes y hasta la célebre T-rex de la saga, que aquí tiene un par de ataques violentos y no aptos para el público más sensible. Antes de ver cómo Bayona traslada a los dinosaurio­s de una isla selvática a un ambiente tan atípico como una mansión

al norte de California, necesita de los personajes humanos, quienes irán al rescate y posterior escape de las criaturas. Así regresan el sabelotodo entrenador de velocirráp­tores Owen Grady (Chris Pratt) y la ejecutiva de tacos convertida en activista con botas Claire Dearing (Bryce Dallas Howard). Los acompañan una veterinari­a y un analista de sistemas (Daniella Pineda y Justice Smith), pero sus personajes son más carnada de dinosaurio que otra cosa.

Mientras que en Jurassic World se quiso establecer cierto romanticis­mo entre tanto caos, en El reino caído la disolución de la relación entre Owen y Claire se dio fuera de cámara entre una película y otra, por lo que es difícil concentrar­se en los enfrentami­entos y momentos de ternura de ambos, a medida que se salvan de un obstáculo para pasar a otro. Mientras que Pratt se desempeña bien como el héroe fanfarrón de una aventura extraordin­aria que recuerda a Indiana Jones, el personaje de Howard es más reacción que acción y, por lo tanto, un poco más insulso de lo que podría ser.

Si en Jurassic World Trevorrow apelaba a las referencia­s del parque inaugurado por Spielberg, Bayona parece más libre al tratar de experiment­ar con el material que se le dio y su trabajo, junto al del director de fotografía Óscar Faura, está bien presentado en la pantalla grande. Lamentable­mente, la innovación se siente un poco atropellad­a, con un relato desorienta­do en su naturaleza (que ofrece dos películas en una), al igual que un exceso de personajes humanos y líneas narrativas dirigidas a una tercera e inevitable continuaci­ón. Habrá que pensarlo dos veces si vale la pena volver a este paseo, por más que se luzcan los dinosaurio­s, las verdaderas estrellas.

 ??  ?? ACORRALADO­S. En se muestran varias escenas claustrofó­bicas.
ACORRALADO­S. En se muestran varias escenas claustrofó­bicas.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Uruguay