UNA PUGNA QUE TIENE
María Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría dirimirán el enfrentamiento que les mide desde hace diez años compitiendo por sustituir a Mariano Rajoy al frente del Partido Popular (PP). El delicado sistema de contrapesos que instauró Rajoy en 2008, cuando les nombró secretaria general y portavoz parlamentaria, respectivamente, apenas ha sobrevivido diez días a la marcha del líder.
La decisión de las dos rivales sumió al PP en el pánico. Los líderes territoriales comenzaron inmediatamente a medir los apoyos de cada una. Y todos apuntaron al peligro de que la confrontación deje a un PP dividido y sin capacidad de respuesta ante las elecciones municipales, autonómicas y europeas de 2019. “En el PP, o eres de Cospedal, o eres de Soraya”, manifestó un dirigente que lleva décadas en el partido y cuenta con la confianza absoluta de Rajoy.
La larga campaña electoral culminará el 5 de julio, con la votación de los afiliados. Ese día pondrá punto final a una larga lista de desencuentros que explica una rivalidad política del máximo calado entre las dos dirigentes. El primer desencuentro fue de fondo: desde el principio, los partidarios de Cospedal vieron en ella a una política y en Sáenz de Santamaría a una gestora. El segundo fue de forma: mientras que Cospedal daba una rueda de prensa tras otra dando la versión del PP sobre sus casos de corrupción —especialmente sobre Gürtel—sáenz de Santamaría callaba, según sus críticos. El tercer punto de fricción estuvo en la acumulación de poder: si Sáenz de Santamaría era vicepresidenta y mandaba en el CNI, Cospedal podía aunar un ministerio (Defensa), la secretaría general y la presidencia regional del PP de Castilla la Mancha. El cuarto conflicto fue puramente político, pero de la máxima gravedad. Cospedal siempre consideró a Sáenz de Santamaría responsable del naufragio del Gobierno en Cataluña, puesto que ella encabezó la llamada operación diálogo. A su vez, el entorno de Sáenz de Santamaría apuntó a que el mal resultado del PP en las últimas elecciones autonómicas celebradas en esta Comunidad —cuatro diputados— se debía a la insistencia de Cospedal en mantener a Xavier García Albiol como candidato. En el medio hubo mil malentendidos diarios. (Fuente: El País de Madrid)