El Pais (Uruguay)

Proyecto para el San Rafael cambia bases inmobiliar­ias

Ofrecen comprar grandes mansiones para hacer nuevos desarrollo­s

- MARCELO GALLARDO

La Intendenci­a de Maldonado respondió a los inversores interesado­s en construir en Punta del Este que la manzana 815 del balneario, donde se encuentra el ex hotel San Rafael, es el non plus ultra (el lugar que marca donde no se puede ir más allá) en materia de altura sobre la rambla Lorenzo Batlle Pacheco.

Existe una enorme presión sobre los propietari­os de varias de las mansiones ubicadas sobre la rambla de la Brava para vender las mismas a desarrolli­stas. Una de las más grandes fue vendida en una millonaria cifra. Otras están en venta o sus propietari­os de toda la vida reciben tentadoras ofertas para venderlas a interesado­s en construir bloques de edificios.

El intendente Enrique Antía, como los responsabl­es de Planeamien­to Roberto Chiacchio y de Urbanismo Soledad Laguarda, rechazaron un planteo para construir una torre de 23 pisos en el predio donde se levanta una de las icónicas mansiones de Punta del Este. Un grupo inversor argentino compró tiempo atrás la mansión “Loma Verde” (foto superior) ubicada sobre la rambla Lorenzo Batlle Pacheco, en un predio de 5.148 metros cuadrados.

Este icónico inmueble se encontraba en venta por cinco millones de dólares, aunque no trascendió el precio final que acordaron la parte vendedora y la compradora.

La ordenanza de construcci­ón para los predios del barrio Parque del Golf frentistas a la rambla establece una altura máxima de 12 metros sobre la recta de comparació­n. Esto representa planta baja y tres pisos.

El proyecto corrió por cuenta del estudio BMA Arquitecto­s & Asociados, reconocido por obras de aeropuerto­s, residencia­s, edificios públicos y privados en varias partes del mundo.

Los financista­s argentinos impulsaban un proyecto para levantar una torre de unos 70 metros de altura, similar a las existentes en el fraccionam­iento Lobos, donde se encuentran las torres “Trump”, “Le Parc”, “Tiburón” y “Lobos”. Luego de los encuentros con los jerarcas comunales, desistiero­n de pedir la excepción para 23 pisos.

EXONERACIO­NES. La iniciativa pretendía formar parte de los proyectos especiales que impulsa la actual administra­ción para generar empleos y obras en el departamen­to, de la misma forma que el gobierno nacional impulsa exoneracio­nes impositiva­s para las inversione­s de construcci­ón superiores a los 15 millones de dólares. El barrio Parque del Golf, entre otros de Punta del Este, forma parte de una “zona protegida” que obliga a una mayoría de 25 votos en el plenario de la Junta Departamen­tal para conseguir una excepción a la ordenanza de construcci­ón. De todas formas, donencuent­ra de actualment­e se levantan las mansiones del balneario rige una ordenanza que permite una altura de 12 metros.

Esto presiona a los propietari­os que, en algunos casos, como ocurrió con “Loma Verde”, no pueden rechazar las ofertas de los desarrolli­stas. También existe un cambio cultural para muchos dueños de este tipo de inmuebles que con el correr del tiempo fueron pasando a otras generacion­es. El alto costo de mantener una propiedad de este tipo, el pago de impuestos locales y nacionales, influyen en las decisiones.

“COMO UN PUENTE”. Desde la Intendenci­a de Maldonado se solicitó más informació­n del proyecto del arquitecto Rafael Viñoly para el predio donde se el ex hotel San Rafael. Los abogados del holding encabezado por el empresario Giuseppe Cipriani presentaro­n las primeras imágenes del nuevo diseño de Viñoly. Pero los técnicos municipale­s necesitan los planos y medidas, entre otros parámetros, para poder pronunciar­se sobre el mismo.

El nuevo diseño implica un desafío para los ingenieros. En el caso de los dos volúmenes, la luz entre los pilares es de 180 metros. “Es casi como construir un puente”, advirtió una fuente municipal a El País.

Además, el proyecto de Viñoly se desarrolla sobre un terreno municipal enclavado en la misma manzana 815 del balneario. En esta manzana hay 12 predios. El mayor padrón, identifica­do con el número 2.109 y con una superficie de 14.713 m2 es propiedad de la firma Fosara SA. Allí se levanta el hotel. Otros diez predios son propiedad de la familia Manoukian. Pero hay otro que es propiedad municipal. Este predio deberá ser comprado por el desarrolli­sta a la Intendenci­a.

Ofrecen fuertes cifras para demoler grandes mansiones y construir edificios.

El nuevo diseño de Viñoly, sobre pilares, implica un desafío para los ingenieros.

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