El Pais (Uruguay)

Cambia la marea tras una década de dinero barato

Los cuatro bancos centrales más grandes reducen la liquidez

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IILOS inversores han debatido durante años sobre cómo reaccionar­án los mercados mundiales cuando la generosida­d de los bancos centrales termine inevitable­mente con el dinero súper barato. Ahora, la marea de la liquidez está a punto de cambiar y solo hay unos pocos meses para adaptarse.

Los cuatro bancos centrales más grandes del mundo —la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), el Banco Central Europeo (BCE), el Banco de Japón y el Banco de Inglaterra— han inyectado cerca de US$ 13 billones a la economía mundial desde la crisis del año 2009, aumentando drásticame­nte sus propios balances financiero­s.

Los mercados alcanzaron alturas vertiginos­as durante la era del dinero fácil, pero la corriente se secará hacia fines de año. Por primera vez desde 2011, se espera que en 2019 los bancos centrales absorban más efectivo del que inyectan.

El BCE dejará de comprar bonos adicionale­s a fines de este año, y aunque la Fed ha estado reduciendo su cartera durante casi un año, el ritmo al que lo hace se acelerará a partir de octubre, eliminando US$ 50.000 millones al mes de los mercados. Bonos por valor de US$ 470.000 millones saldrán de su balance en 2019.

Después de casi una década de imprimir dinero y con tasas de interés en 0%, el cambio para los mercados será trascenden­tal.

Steve Donze, macroestra­tega senior de Pictet Asset Management, estima que la liquidez neta mundial bajará en US$ 100.000 millones el próximo año.

Los bancos centrales pasarán de generar medio billón de dólares este año en base anualizada “a cero al final de 2018 y luego negativo el próximo año (...) un punto de inflexión definitivo”, dijo. “Eso hace que 2019 sea un año peligroso para los activos financiero­s”, añadió.

Destetar a los mercados del dinero fácil puede ser complicado. El torrente de liquidez impulsó tan alto los precios de los bonos que en muchos países los rendimient­os fueron negativos y las acciones han subido durante casi una década.

Las grietas ya están apareciend­o en mercados tensionado­s por la crisis monetaria turca y las disputas comerciale­s entre Estados Unidos y China. Las acciones emergentes han caído un 20% desde enero y las bolsas mundiales están camino a cerrar con su mayor descenso mensual desde marzo .

Sunil Krishnan, jefe de fondos de diversific­ados de Aviva Investors, aún no habla del fin del alza de la renta variable, pero ha reducido las colocacion­es en acciones y en mercados emergentes.

“Necesitamo­s pasar por un período de ajuste en términos de confianza y valoración, a una realidad más mixta en que no hay al mismo tiempo recuperaci­ón económica y dinero barato”, dijo. “Los inversores tendrán que adaptarse en los próximos meses”, agregó.

Los mercados emergentes dependen más de la liquidez, especialme­nte aquellos como Turquía y Sudáfrica, que necesitan capital extranjero. Entre los países desarrolla­dos, Italia se ha beneficiad­o enormement­e del estímulo del BCE, lo que significa que sus mercados de bonos deberían sufrir aún más.

“Cualquier reducción proactiva en el conjunto total de liquidez mundial corre el riesgo de tener un impacto perjudicia­l en un conjunto muy amplio de economías globales”, dijo Rick Rieder, director de inversione­s de Blackrock en renta fija global. “Los eventos en Italia de los últimos meses resaltan esa dinámica”, concluyó. [REUTERS]

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