Cómo una crema podría cambiar el mundo
El Proyecto Reparador de Vasenol ayuda a las personas en situaciones vulnerables a cuidar su piel con la donación de productos al SINAE y educando a escolares
El sirio Deir Alla hacía cola en silencio en un centro de refugiados en Jordania esperando atención médica. En su turno, ofreció dinero a los doctores al tiempo que mostraba las profundas y dolorosas grietas de su piel. Sus pies, literalmente, se habían gastado de viajar cientos de kilómetros en suelos arenosos con sandalias de goma. Lejos quedó su profesión de ingeniero civil en Siria. En ese momento se hallaba en una tienda de campaña a la espera de vaselina para reparar sus heridas, que lo ayudarían a encontrar un trabajo para mantener a sus hijos.
Esta es una de las tantas historias de vida que vivenciaron los doctores Grace Bandow y Samer Jaber en Jordania —publicada como columna en el Washigton Post— en su participación en el Proyecto Reparador de Vasenol. Su fin es proporcionar atención dermatológica y suministros médicos necesarios para tratar lesiones cutáneas de personas afectadas que viven en condiciones vulnerables.
Según datos de la organización, hasta el momento se alcanzó a 2,5 millones de personas y se pretende duplicar esta cifra para 2020, incluyendo a Uruguay. Y es que esta iniciativa presente en unos 10 países tales como Estados Unidos, Nepal, Filipinas y Sudáfrica, entre otros, desembarcó en Uruguay de la mano de Unilever.
De esta forma, se convirtió en el único país de Sudamérica que se desarrolla el proyecto. “Llegamos a un momento en el que creímos importante dar a conocer localmente el proyecto que Vasenol impulsa en otros lugares del mundo. Manteniendo la esencia del mismo, pero adaptándolo a las realidades de nuestro país”, aseguró la jefa de Marketing Skin Care & Skin Cleansing de Unilever, Verónica Eichtersheimer.
La iniciativa demuestra que un producto común para la sociedad, como es la vaselina, puede marcar una diferencia a nivel mundial. Posee un gel reparador, el cual mezcla ceras y aceites que se funden dentro de los espacios intersticiales de la piel, para promover la biosíntesis de lípidos y entregar un gran poder oclusivo.
De este modo, no solo se le brinda humectación a la piel sino que se logra que ésta no se pierda, detalló Eichtersheimer.
En Uruguay el proyecto funciona con el apoyo de la Facultad de Medicina y apunta a contribuir con el Sistema Nacional de Emergencia (SINAE). En concreto, se compone de dos partes: una donación de $ 20 al SINAE por cada crema Vasenol vendida, que se entrega en forma de kits de productos de cuidado del hogar, cuidado personal y cuidado del bebé; y talleres de prevención de cuidado de la piel. Un grupo de residentes de dermatología explica a los niños sobre la protección cutánea básica necesaria ante el frío y el sol.
Los kits se entregan de forma mensual al SINAE y ellos son quienes los disponibilizan a la población que lo necesite. En este punto, Eichtersheimer enfatizó la importancia de disponer tanto de ciertos productos de higiene personal como de limpieza del hogar para aquellos que se vieron obligadas a dejar sus casas por situaciones de emergencia como puede ser una inundación y al regresar se encuentran a veces con “absolutamente nada”.
Hasta la fecha, el resultado ha sido muy positivo. En los primeros dos meses de campaña se donaron en productos unos $ 300.000 y la meta es cerrar el año en $ 1.000.000. Respecto a la pata educativa, al momento se visitaron cuatro departamentos en los que se impartieron 17 talleres con una participación de 500 niños.
Acercar la dermatología a las personas es el objetivo de la dermatología comunitaria. En este marco, es que Unilever junto con la Cátedra de Dermatología y el SINAE impulsan talleres en escuelas rurales para educar a los niños sobre la importancia de los cuidados cutáneos, tanto en invierno como en verano. En los meses gélidos del año es común que todos experimenten sequedad en su piel, pero las personas del medio rural están más expuestas al frío ocasionando una resequedad superior, señaló la dermatóloga que lidera esta parte del proyecto, María Eugenia Mazzei. “Es esencial transmitir la importancia de tener bien hidratada la piel con la utilización de cremas. Contrario a lo que muchos creen, no alcanza con tomar agua en abundancia”, sostuvo.
Para lograrlo, es necesario usar cremas para que el órgano más grande del cuerpo y los labios no se sequen ni agrieten. Asimismo, explicar la relevancia de protegerse del sol a lo largo de todo el año para prevenir el cáncer de piel. “La exposición solar es un factor de riesgo para el desarrollo de esta enfermedad en toda la sociedad, pero los niños del medio rural tienen una exposición mucho mayor y a lo largo de todo el año”, indicó la experta al subrayar que es crucial que estos talleres lleguen a este público.
Para que los escolares atiendan y se involucren en el tema, se optó por una metodología acorde a su auditorio: la actuación. Impartidos por residentes de la Cátedra de Dermatología de Facultad de Medicina constan de tres etapas. Primero, un taller clásico con una exposición teórica; en segundo, aparece el divertido personaje Azucena que se encarga de preguntar a los niños lo que aprendieron; por último,