Bolsonaro y Haddad apelan a los miedos de los votantes brasileños
Cuba, Venezuela, el fascismo y la violencia se mezclan en la campaña por radio y televisión
A16 días del balotaje en Brasil, la campaña electoral en televisión arrancó con todo ayer viernes. En su intento por llegar al segmento de la población de menos recursos, que no está en Facebook ni en Twitter ni en Instagram, el ultraderechista Jair Bolsonaro y el izquierdista Fernando Haddad comenzaron a hacer uso del tiempo gratuito en televisión y radio que les garantiza la ley electoral.
En sus piezas publicitarias, cada una de cinco minutos y que se transmitirán diariamente hasta vísperas de la elección del 28 de octubre, ambos intentaron explotar las emociones. Incluso Bolsonaro apeló al llanto ante las cámaras, y Haddad a sus dotes con la guitarra.
Aunque eso sí, ninguno renunció a la estrategia del miedo en un país acosado por la inseguridad, el desempleo y la corrupción, que quizá vive su campaña más polarizada y electrizante desde el retorno a la democracia en 1985.
En la primera vuelta del domingo 7, Bolsonaro obtuvo 46% de los votos y Haddad 29%. De cara al balotaje, la más reciente encuesta le da la victoria al candidato ultraderechista del Partido Social Liberal (PSL) con el 58% de los apoyos, frente al 42% de Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT).
Apoyado principalmente en las redes sociales, Bolsonaro ha logrado catapultar su imagen de líder rudo y sin pelos en la lengua. El gran favorito para suceder al impopular Michel Temer cuenta con poco más de 14 millones de seguidores en Facebook, Twitter e Instagram, mientras Haddad suma 2,8 millones en las tres redes.
En la campaña para la primera vuelta, Bolsonaro contó con ocho segundos de propaganda televisiva gratuita contra los dos minutos y 30 segundos de su rival, lo que no le evitó arrollar en las urnas.
REVERTIR VASECTOMÍA. El jueves Bolsonaro declaró ser un “admirador” del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con quien suele ser comparado por sus exabruptos y retórica incendiaria. “Él quiere a un Estados Unidos grande, yo quiero a un Brasil grande”, afirmó.
También negó ser un hombre de extrema derecha y se presentó ante los medios como un sobreviviente bendecido por Dios, tras la puñalada que recibió en un mitin el 6 de septiembre. Una imagen que quiso proyectar en la televisión abierta ayer viernes.
Después de agitar los fantasmas de Cuba —“el país más atrasado del mundo”— y de una Venezuela “devastada”, Bolsonaro advirtió que Brasil está en el filo del “abismo” por culpa de los programas de izquierda que alentó el PT.
La propaganda de Bolsonaro dijo que Brasil está “al borde del abismo” y ataca directamente al Foro de San Pablo, organización latinoamericana fundada en la década de 1990 por líderes de izquierda, y del que Fidel Castro (1926-2016) y Lula fueron su principales impulsores.
Sin ahondar en propuestas de gobierno, pasó luego a mostrarse como un hombre de familia y confesó entre llanto que, por pedido de su esposa, decidió revertir su vasectomía para volver a ser padre, por quinta vez. “Cambió mucho mi vida con la llegada de Laura y agradezco a Dios y a mi esposa por ella”, afirmó.
LULA, PRESENTE. De su lado Haddad, quien lucha a brazo partido para remontar la desventaja, aprovechó sus cinco minutos para denunciar los episodios de violencia que han empañado la campaña en los últimos días y mencionar algunas de sus propuestas, como la creación de empleo y salario mínimo fuerte.
En la propaganda del PT, se endilgan a supuestos seguidores de Bolsonaro los casos de “mujeres que son agredidas en las calles” por supuestos seguidores del candidato de ultraderecha.
Haddad también se muestra como un hombre de hogar, padre de dos hijos, que ha sido profesor universitario, ministro de Educación de Lula y alcalde de San Pablo que “además toca guitarra”.
“Nuestra campaña es de la sinceridad y la paz, contra los ataques y las mentiras en Whatsapp”, sostiene el izquierdista.
Haddad señaló que la democracia de Brasil estaba amenazada por un posible retorno de la dictadura y la llegada de “fascistas” al poder e incluyó declaraciones en las que Bolsonaro amenaza con “fusilar” a los seguidores del PT en un mitin.
“Tengo fe en que juntos venceremos las injusticias. Queremos un Brasil para todas las familias, y la paz se construye garantizando derechos”, precisó en el mensaje.
Haddad asumió la candidatura del PT el 11 de septiembre en reemplazo del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien fue enviado a la cárcel bajo cargos de corrupción. Tras la primera vuelta, Lula envió un recado a su hijo político pidiéndole que dejara de visitarlo y se concentrara en la contienda definitiva.
El PT, consciente de que la imagen de Lula podía revertirle votos a su candidato en esta segunda vuelta, optó por sacar a Haddad de la sombra del exmandatario y redujo al máximo las imágenes del líder. Sin embargo, Haddad incluyó en su publicidad unas palabras elogiosas de Lula, con lo que puso en entredicho la idea de que buscaría desmarcarse de la imagen de su líder en el trecho definitivo de la campaña.
MINISTERIOS. Bolsonaro anunció que limitará a 15 carteras el gabinete ministerial si llega a la jefatura de Estado, casi la mitad de las que existen hoy. Entre tanto, Haddad anunció la creación de tres nuevas carteras que se sumarían a las 29 actuales.
Los anuncios de los candidatos se dieron en un debate “simulado” que la cadena Red TV decidió montar con base en las respuestas que los aspirantes dieron en entrevistas realizadas separadamente, ante la negativa de Bolsonaro de participar en debates televisivos.
Mientras Bolsonaro dijo que dejaría solo los ministerios que fueran realmente necesarios y que acabaría aquellas carteras que fueron creadas para pagar favores políticos, Haddad dijo que crearía ministerios para la mujer, la ciencia y la tecnología y la igualdad racial.
Otros temas en los que se vio oposición entre los candidatos durante el debate “simulado”, fueron los relacionados con el agronegocio y la privatización de las empresas públicas.
“Él quiere un EE.UU. grande, yo quiero a Brasil grande”, dijo Bolsonaro de Trump.
“Bolsonaro es bala es violencia, ataca a la Iglesia católica”, dijo Haddad.