Tratado sobre la ambición y el poder
Miguel Ángel Solá se prepara para volver a El Galpón, ahora con la obra “Doble o nada”
Miguel Ángel Solá, el legendario actor argentino, regresa a la escena montevideana. Y lo hace a través de una obra teatral que plantea la siempre difícil relación entre los individuos y el poder. ¿Cuánto pueden llegar a arriesgar un hombre y una mujer para mantenerse en las altas esferas? De eso va Doble o nada, que sobre texto de la autora mexicana Sabina Berman se presentará sábado 10 de noviembre a las 21.30 y el domingo 11 a las 20.00 en la sala principal de Teatro El Galpón. Las entradas están a la venta en Tickantel, desde $ 900 a $1 300.
Dirigidos por Quique Quintanilla, Solá subirá a escena junto a la actriz Paula Cancio, para protagonizan esta nueva versión de la obra Testosterona, que ya fue interpretada por ambos actores en Madrid, con fuerte repercusión de crítica y público.
La ficción ubicará al espectador ante la siguiente trama: el director de un importante medio de comunicación debe dejar su puesto en manos de uno de sus dos subdirectores. Uno es mujer, varón el otro. Y sobre esa decisión pueden influir diversos factores, como la capacidad y la experiencia, pero también la audacia, el engaño, o directamente la trampa. Y hasta el sexo puede entrar en juego, cuando de dar un gran paso en la vida laboral se trata. El resultado promete ser una obra de alto impacto emocional, llena de vericuetos y dobles lecturas, en la que nada es lo que parece ser, y en la que la traición y el amor son giros continuos de esa extraña rosca llamada poder.
Solá, cuya carrera actoral está muy vinculada a Uruguay, tanto en teatro como en cine, ya se había presentado en ese mismo escenario un par de años atrás, también junto a Paula Cancio, para dar vida a otro texto de eficaz: El diario de Adán y Eva, exitosa obra de Mark Twain, que había presentado bajo dirección de Manuel González Gil, teatrista argentino fuertemente unido a la historia de Teatro El Galpón, donde ha presentado espectáculos argentino y también montado obras con intérpretes uruguayos. Pero tanto en la obra que ahora trae como en esta otra anterior, la versión cobra un fuerte sesgo propio, dado el peso de la puesta en escena.
Ejemplo de teatro de texto, Doble o nada ha sido elogiada por sus diálogos filosos, cargados de amor, de odio, de deseo, de ambición y de desesperación. De hecho, los protagonistas de la historia mantienen un juego de emociones que los une y los separa, permitiendo a los actores expresar los muchos matices de sus personajes. Otro de los valores que se ha señalado en este montaje es la precisa administración de la trama, y su crecimiento a través de situaciones novedosas que mantienen en vilo al público. “Esta es una obra muy retorcida. Habla sobre la manipulación de las personas, del corazón y del cerebro, del asesinato de los sueños en beneficio del manipulador. Muestra cómo se puede lograr que una persona haga todo lo contrario a lo que piensa y siente. También es un texto en el que se ve claro lo mal que la pasan las mujeres en un mundo machista”, comenta el experimentado actor porteño sobre este trabajo que lo traerá, una vez más, ante el público uruguayo.