El Pais (Uruguay)

Movida con voz y mirada de mujer

Hoy hay otra etapa de los Festivales por la Convivenci­a y las estrellas son las cantantes

- RODRIGO GUERRA

Amenudo asociada a un mundo masculino, la música tropical uruguaya ha empezado a ser ganada en los últimos tiempos, una dulce voz de mujer. Y así, lo que antes era una excepción, hoy parece haberse convertido en una regla: las que ahora convocan son cantantes.

Una evidencia de ese fenómeno quedó en evidencia en la decepción que provocó la obligada ausencia de Luana, la princesita de la plena, en la grilla del Montevideo Tropical que hoy, desde las 15.00 y hasta bien entrada la madrugada transforma­rá la Rural del Prado en la pista de baile más grande de Montevideo.

En la misma locación que la edición del año pasado, se reunirán 25 propuestas musicales de diferentes épocas de la movida tropical. El encuentro es parte de los Festivales por la Convivenci­a, organizado­s por la intendenci­a. Habrá shows de Karibe con K, Marcos Da Acosta, Los Negroni, Los Fatales, Damián Lescano y un supergrupo de históricos donde están Chato Arismendi, Aldo Martínez, Bocha Lozano, Chico Martin y Rolando Paz.

Pero en la grilla queda claro el nuevo poder femenino en la música tropical nacional: son números fuertes de esa grilla Marihel Barboza y su banda, el dúo Dos Mujeres, Vanesa Britos y Majo y la del 13. Son mujeres y pleneras.

Carlos “Bocha” Pintos, líder de Bola 8 y uno de los curadores del festival, considera que todas las cantantes que participan son “de primer nivel” y que la principal diferencia con los hombres es que entre ellos algunos “son lindos” pero que no cantan bien. Ellas son lindas y cantan bien.

Pintos, un veterano del género, recuerda que las mujeres comenzaron a cantar durante la década de 1980.

Una de las pioneras en la inclusión de la mujer a la movida tropical fue la cantante Marihel Barboza.

“Cuando empecé me encontré con cierta resistenci­a porque los uruguayos no solemos acostumbra­rnos fácilmente a lo nuevo”, le dijo Barboza, quien ingresó al Conjunto Casino en 1984, a El País. El rechazo, contó, venía de los dueños de los bailes, quienes auguraban que su presencia no iba a “tener cabida” en la movida.

Sin embargo, Ernesto Negrín, el dueño de Casino, apostó por la cantante. Le costó dos años imponer (“dos años de gran esfuerzo”, remarcó Barboza) en los que grabaron varios discos adaptando su repertorio para llegar al público. La voz de Barboza es parte indisolubl­e del éxito de clásicos como “Collé, Collé” y “Niégalo”.

“Tenés que ser bonita, ser buena, trabajar bien y ser buena madre”, dijo sobre la doble exigencia para una cantante. Y concuerda con Pintos en eso de que en sus comienzos en la música tropical, había que ser hombre y carilindos, donde no importaban más la facha y la actitud que el canto.

MANERAS FEMENINAS. María José “Majo” Álvarez considera a Barboza como una de sus mayores referentes.

“Junto a Miriam Britos, Marihel impulsó la idea de que la mujer también podía participar en el género tropical”, dijo a El País, Alvarez, quien comanda Majo y la del 13. En la música tropical no solo se le exige a la mujer tener una buena imagen, que deben tener mejores voces para un repertorio que, en general incluye “canciones románticas”. Estos temas requieren un canto más “exigido” y un timbre “más lindo”, dijo Alvarez. La voz femenina tiene un rol fundamenta­l en la música tropical, porque permite hablar sobre lo que la mujer “necesita escuchar o expresar”. Por eso, en sus canciones busca describir situacione­s desde el punto de vista femenino. Allí están, por ejemplo, “Quién la juna” y “La mala costumbre”.

Vanesa Britos es otra de las cantantes que apuesta a ser vocera de las mujeres. “Conozco muchas situacione­s de mujeres que viven violencia de género y quiero transmitir esas historias a través de mis canciones para defender a las mujeres”, dijo.

En el repertorio de Britos se pueden encontrar varias referencia­s a esa inquietud: “Cobarde”, “Metido” y “Ni una más”. “Me siento re-feliz cuando las mujeres vienen a agradecerm­e porque dicen que las he sacado de muchos males y de estados de ánimo que las tenían por el piso”, relata.

La cantante recuerda que hace un tiempo una mujer le dijo que “Cobarde” describía la que vivió con su esposo. “Eso es re salado, la violencia sigue estando y cada vez peor”, asegura.

Según Álvarez, la mayor presencia de mujeres en la movida tropical es parte de una tendencia. “Acá se pone algo de moda y lo hace todo el mundo. Respeto mucho a la mujer y creo que todas se merecen un lugar, así que no lo veo mal. El tema es mantenerse para seguir sonando”.

Y quizás sea también como dice Barboza que “la figura femenina le brinda calidez a la música tropical”. Y esa mirada y esa voz se estaba haciendo cada vez más urgente.

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