La voz del escritor y sus historias
Brasil/argentina/ Mexico/portugal/| Uruguay, 2018. Director: Felipe Nepomuceno. Fotografía: Lula Carvalho, Guga Millet, Pedro von Krüger. Música: Pedro Onetto. Con: Joaquín Sabina, Ricardo Darín, Walter Carvalho, Paulo José, Joao Miguel. Duración: 63 minutos. Estreno: 5 de diciembre. Dónde: Sala B, Auditorio Nelly Goitiño.
La figura de Eduardo Galeano suele generar emociones dispares. Si piensa que su prosa es brillante y lo conquista su sensibilidad y su personalidad, Vagamundo le va a parecer una maravilla: es una ponderaciónde todo lo que ha hecho que Galeano sea uno de los escritores uruguayos más distintivos en el mundo.
Si usted es de esos a los que les parece que su literatura es sensiblera y maniqueo y sus modismos algo molestos, Vagamundo no es para usted. Es una exhaltación de todo eso.
Nepomuceno, que fue amigo personal del escritor (quien falleció en 2015), le da a la prosa, la filosofía y la palabra de Galeano un espíritu poético en pequeños relatos de imagenes precisas y palabras bien elegidas.
En Vagamundo, hay textos de varios libros de Galeano (leídos por, entre los más conocidos, Ricardo Darín y Joaquín Sabina), combinados con una entrevista que el propio Nepomuceno le hizo en 2009 y en las que Galeano es, dependiendo del consumidor, encantador o irritante. A eso unas imágenes poéticas de un blanco y negro de muy buen ver que aportan una dimensión interesante a los textos.
El director tiene, claramente, ojo de fotógrafo (en los créditos figuran tres) y los lectores de Galeano se van a sentir cómodos.
Todo es en plan veneración y en ese sentido cumple con las expectativas. El tono es un poco monótono y demasiado serio, lo que se alivia con la duración que roza una hora de puro Galeano.