Cárceles locales en el debe espiritual
▃ Para Eduardo Rocha, capellán de la cárcel de máxima seguridad de Riverbend (Nashville, EE.UU.) la figura del capellán debería existir en las cárceles uruguayas.
Si bien reside en Estados Unidos desde 2012, el uruguayo ejerció como pastor de las Asambleas de Dios en Uruguay más de dos décadas y visitó por años las prisiones de Comcar y Libertad.
“Sé que hay pastores o sacerdotes que visitan las cárceles, pero con suerte van una vez por semana. El factor espiritual es fundamental para la rehabilitación. No tiene que ver con lo laico o con lo religioso. Si queremos que las cárceles sean más efectivas para rehabilitar, el guía espiritual es fundamental”, asegura el uruguayo, pastor cristiano evangélico de las Asambleas de Dios.
REHABILITACIÓN. Rocha cree que el sistema estadounidense de penitenciaría es de los más efectivos para rehabilitar a los criminales.
“Aquí hay cursos y talleres todo el tiempo para los presos. Se pueden hacer carreras completas. No se rehabilita el que no quiere o quien tiene un trastorno antisocial”, asegura el uruguayo.
Para quien reincide, el peso de la condena es durísimo, hasta la pena de muerte en algunos estados. “Depende de los delitos, pero la primera vez le dan una condena leve. La segunda vez no baja de los 10 años y a la tercera, probablemente cadena perpetua o pena de muerte. No hay otra oportunidad porque en las cárceles, los presos tienen todas las posibilidades de rehacer su vida”.
Rocha critica el sistema penitenciario uruguayo. “El sistema carcelario debería dar un vuelco. ¿Por qué el Ministerio del Interior no puede contratar a un especialista internacional en correccionales? No tiene por qué ser de EE.UU. En Europa también hay muy buenas experiencias. Al parecer, el Ministerio pone a los presos en la cárcel para que no delincan por un tiempo. Pero salvo excepciones, no se rehabilitan. Salen peor. Yo sé que hay un factor económico importante, pero ¿no será más caro que el que entra delincuente salga más delincuente?”.
“NO SOMOS PLAGA”. Eduardo Rocha extraña Uruguay y en especial al dulce de leche. Sigue las noticias del país y se sintió tocado cuando semanas atrás la ministra María Julia Muñoz calificó de “plaga” a las iglesias evangélicas.
“Me dolió. Me gustaría decirle a la ministra que no todos los evangélicos somos una plaga. Aquí hay un humilde cristiano evangélico uruguayo que está sirviendo a Dios muy lejos de su país para dar un mensaje de esperanza a quienes lo han perdido todo”.