Fiesta en calles de Malvín termina en una “batalla”
Vecinos de Malvín y Municipio E denuncian falta de control
Una celebración por las fiestas navideñas desarrollada en Malvín derivó en una batalla campal al caer la tarde del lunes. El festejo no fue organizado a nivel formal aunque se supo que el dueño de una parrillada participó con el aporte de una piscina inflable que se armó en la calle y fue desmontada ayer por funcionarios de la Intendencia porque seguía cortando el tránsito.
La fiesta que convocó a muchísimos jóvenes en torno a un deck y DJS no contaba con autorización de la Intendencia de Montevideo o el Municipio E.
Hasta media tarde, a pesar de la ausencia absoluta de controles, la algarabía parecía encauzada. Algunos vecinos aseguraron que nunca habían visto antes tanta cantidad de gente en las cuadras en donde se daría luego la batahola. Pero ya en la tardecita, cuando una brisa empezaba a bajarle la temperatura a la calurosa jornada, el clima humano comenzó a enturbiarse. La música se cortó de pronto para dar aviso a los muchachos que era hora de ir a descansar un rato y prepararse para los encuentros en familia. Entonces, según testimonios, comenzaron los cantos de “barra brava” y de ahí al tole tole solo pasaron segundos.
Las botellas de vidrio y las latas empezaron a volar por los aires y provocar heridas a más de uno, de Nacional o Peñarol, bolsos o manyas. A las seis de la tarde, el alcalde del Municipio E, Agustín Lescano, llamó por teléfono a la Intendencia para solicitar un operativo y así terminar con esta celebración que comenzaba a dar señales de salirse de cauce.
“Se nos dijo que el evento no tenía autorización y que era el Ministerio del Interior el cual tenía que hacer la desocupación de la vía pública”, comentó el alcalde a El País. Poco después la Policía fue pero no ac- tuó para controlar a nadie. “Hizo una presencia de visualización. No dispersó a las personas que estaban ahí”, afirmó el alcalde Lescano.
El año pasado ya hubo un evento similar en la misma zona de Malvín y también se habían registrado incidentes, pero de carácter menor en relación a los de este 2018.
Por ese motivo, cuando se acercaba el 24 de diciembre, desde el gobierno local se le trasladó al departamental la inquietud respecto a que nadie había realizado ningún trámite de autorización para organizar una fiesta en la vía pública, con piscina de goma incluida.
“Se le advirtió a Inspección General de la Intendencia lo que podía pasar. Y terminó pasando”, comentó el alcalde, que en la jornada de ayer le escribió una carta a la Intendencia solicitando una investigación “de urgencia” y advirtiendo que el 31 de diciembre puede volver a suceder algo parecido.
El senador del Partido Independiente Pablo Mieres tuiteó: “Una vergüenza los energúmenos y una vergüenza el Ministerio del Interior que continúa con su línea de ‘dejar hacer’ y que el que quiera ‘rompa todo’”.
El senador colorado José Amorín Batlle hizo un balance similar sobre los hechos. “Éste también es el #Uruguay que no queremos. El de la crisis de valores, de la crisis de autoridad y de la crisis de la educación”.
La primera etapa de la limpieza de vidrios, latas y plásticos estuvo a cargo de los propios vecinos, escoba en mano. El Municipio E cumpliría el barrido definitivo ya pasada la sobremesa de Navidad.
Temen que se reitere la celebración en Fin de Año sin policía ni inspectores de IMM.