Caen fusiones y compras de empresas en este año
Opinión dividida: es por hechos puntuales o que Uruguay pierde atractivo
▃▃ Este año, se registró menor movimiento en materia de fusiones y adquisiciones de empresas uruguayas de la mano de “un mercado frío”, aunque hubo algunas operaciones que se destacaron por su volumen.
“Hubo menos fusiones y adquisiciones. Pero hay una que fue muy grande”, comentó Nicolás Piaggio, socio del estudio Guyer & Regules, sobre la compra de Montevideo Refrescos SRL por la mexicana Coca-cola Femsa por US$ 250,7 millones, la mayor compraventa del 2018.
Según el socio del Departamento de Consultoría de KPMG, Rodrigo Ribeiro, hubo “transacciones puntuales en determinadas áreas o sectores por decisiones estratégicas de inversión, pero en general fue mucho menos el interés para comprar empresas a nivel local”. La retracción en las compraventas Ribeiro la asocia a que Uruguay involucionó en varios factores que los inversores miran con atención y que hacen al país “menos atractivo que en años anteriores”.
No opinó igual Nicolás Herrera, socio de Jiménez de Aréchaga, Viana & Brause, quien observa “que sigue existiendo un interés de compañías extranjeras multinacionales por Uruguay”, ya que valoran condiciones como la seguridad jurídica, los beneficios para las grandes inversiones, el grado inversor y la transparencia del país.
BRASIL PUEDE GENERAR MÁS OPERACIONES EN 2019
En el año que termina se registró un menor movimiento de fusiones y adquisiciones de empresas uruguayas de la mano de “un mercado frío”, aunque hubo algunas operaciones que destacaron por su volumen y unos pocos sectores que impulsaron las compraventas en 2018. Así lo indicaron a El País integrantes de los principales estudios jurídicos.
Cierto es que el punto de comparación era alto, dado que en 2017 hubo mucha actividad y negocios destacados como la venta de los bosques e industria en el país de la forestal estadounidense Weyerhaeuser al grupo inversor brasileño BTG Pactual por US$ 402,5 millones, o la adquisición del frigorífico Breeders & Packers Uruguay (BPU) de Durazno por parte de NH Foods Group (de origen japonés).
“Hubo menos fusiones y adquisiciones. Pero hay una que fue muy grande”, comentó Nicolás Piaggio, socio del estudio Guyer & Regules, en referencia a la compra de Montevideo Refrescos SRL por parte de la mexicana Coca-cola Femsa —la embotelladora más grande de productos Coca-cola del mundo— por US$ 250,7 millones, la mayor compraventa del 2018.
La segunda transacción en monto, fue la de la canadiense Aurora Cannabis Inc. que compró las acciones de la también canadiense ICC Labs, una de las dos empresas que cultivan marihuana para vender en las farmacias de Uruguay. La operación fue por US$ 220 millones.
Según el socio del Departamento de Consultoría de KPMG, Rodrigo Ribeiro, en 2018 hubo “transacciones puntuales en determinadas áreas o sectores por decisiones estrategias de inversión, pero en general fue mucho menos el interés para comprar empresas a nivel local”.
Para Nicolás Herrera, socio de Jiménez de Aréchaga, Viana & Brause, hubo “menos movimiento en fusiones y adquisiciones de gran escala, pero sí muchos procesos de menor escala”.
Tomas Gurméndez, socio del estudio Posadas, Posadas & Vecino, apuntó que “las industrias más activas” en compraventas fueron la forestal —“hubo varias operaciones de menor escala luego de la venta de Weyerhaeuser”, indicó— y energías renovables, con “varios parques eólicos vendidos o en proceso de venta”.
A propósito, en los últimos días se cerró la venta a Atlantica Yield (grupo global que gestiona activos en los sectores de energía y agua) por US$ 120 millones de un parque eólico en Melo (Cerro Largo) que era propiedad de Enel Green Power (EGP).
Otras compraventas relevantes en el año comunicadas por las partes fueron: grupo Ta-ta se quedó con el 100% de la plataforma de comercio electrónico uruguaya WOOW; Sinteplast Uruguay (filial de la compañía argentina) adquirió Behar y Cia., fabricante de la marca de pinturas Elbex; y el laboratorio Prondil, especializado en vacunas bacterianas para ganado, fue adquirido por MSD Animal Health, una firma internacional de la industria biofarmacéutica.
Piaggio dijo que “hay varias operaciones que están en proceso y aún son confidenciales”.
También ocurrieron en 2018 operaciones globales que involucraron activos en Uruguay. Tal es el caso de Lacoste, cuya casa central adquirió el 50% restante de las acciones del joint venture con su socio Camoral S.A., creado en 2006 con el objeto de desarrollar el negocio de la marca en Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay. Algo similar ocurrió con la compañía neozelandesa PGG Wrightson Seeds, que vendió su negocio de semillas a la firma danesa DLF Seeds por US$ 421 millones, incluyendo la actividad en Uruguay.
A su vez, el grupo sudafricano Old Mutual vendió sus negocios en Latinoamérica al holding financiero CMIG (con origen en Singapur) que sumó a su cartera a la firma local de seguros Aiva.
ATRACTIVO. Ribeiro asocia la retracción en las compraventas en 2018 a que Uruguay involucionó en varios factores que los inversores miran con atención: “enlentecimiento del crecimiento, un escenario de relaciones laborales complicado, empeoró el déficit fiscal lo que anticipa una devaluación de la moneda, costos de producción más altos y competencia con otros países que esas cosas las tienen mejor que nosotros”; esto hace que “Uruguay sea menos atractivo que en años anteriores”, afirmó.
En ese contexto, el socio de KPMG proyecta que al ser un país “con un mercado interno pequeño y que puede servir más que nada como plataforma de exportación, las inversiones (hacia adelante) se centrarán en sectores con ventajas competitivas y los inversores irán a buscar frigoríficos, industrias agrícolas o del sector farmacéutico”.
En igual sentido opinó Piaggio, para quien “Uruguay está muy caro en términos de dólares y eso hace que sea muy difícil para los empresarios ganar dinero, lo que conduce a que las empresas (locales) no sean tan atractivas”. A esto debe sumarse que la política de suba gradual de la tasa de interés por parte de la Reserva Federal estadounidense quita atractivo a las inversiones en la economía real.
Sin embargo, Herrera observa “que sigue existiendo un interés de compañías extranjeras multinacionales por Uruguay” ya que valoran condiciones como la seguridad jurídica, los beneficios para las grandes inversiones, el grado inversor y la transparencia del país. Por eso, pronosticó que seguirán habiendo movimientos en los mercados de energía eólica, tecnología y servicios.
Para Gurméndez el país se mantiene en la mira de los inversores internacionales y prevé que 2019 “sea un año con un número interesante de operaciones”, de la mano de una mejora de la economía brasileña y una “estabilización” de Argentina. A nivel de sectores, apuntó al de infraestructura como otro punto de expansión de los negocios con “transacciones que involucren inversión extranjera y financiamiento de proyectos de Participación Público-privada”.
“Hubo transacciones puntuales por temas estratégicos de un área o sector”.
Uruguay involucionó en varios factores que ven los inversores y “es menor atractivo”.