“Le hubiera hecho bien al gobierno cambiar ministros”
Diputado Civila dice: se necesita más autocrítica
▃▃ “Se necesita más autocrítica y humildad en la izquierda”, sostiene el diputado del Partido Socialista, Gonzalo Civila, quien se postula a Secretario General de ese partido. Sostiene que si bien el Frente Amplio hizo mucho en el gobierno, “creemos que solo reivindicando esos logros vamos a entusiasmar a la sociedad en un proyecto de cambio”.
Cree que, sin focalizar en un caso, al gobierno “le hubiera hecho bien, no por el Ministro del Interior, sino en general, un recambio con la incorporación de nuevas personas”.
Civila estima que no hay margen para subir impuestos a los trabajadores, aunque sí para algunos sectores del capital que generan bastante poco y tienen mucho.
—En la carta donde comunica que acepta postularse como secretario general del Partido Socialista sostiene que hay una desconexión de la ciudadanía con la política. ¿En qué lo aprecia?
—Lo aprecio en el mano a mano, en que hay una creciente cantidad de gente que entiende que la política le es algo lejano o ajeno. Es algo sucio o malo, algo de lo que lo mejor es tomar distancia. Creo que este es un fenómeno que crece y me parece que ha crecido menos en Uruguay que en otros lugares. No tengo dudas que es un fenómeno importante y grave.
—¿A qué lo atribuye?
—A acciones de parte de actores políticos que no resultan comprensibles para la población. Hay una acumulación de prácticas de la política tradicional que le han generado a mucha gente desilusión y lo adjudico a una prédica que algunos actores de poder realizan desprestigiando la política. Me refiero a actores empresariales, sectores que tienen mucho dinero y que a través de diferentes instrumentos instalan este discurso.
—¿Hay lobbies de empresarios contra políticos?
—Creo que sí, e incluso la participación de algunos empresarios de forma directa o indirecta en la política va dirigida a generar un desprestigio sobre los partidos políticos y sobre la actividad política en sí. Es como decir tengo que venir yo de la empresa tal, del mundo de la gestión privada, para poner orden en este desastre que hacen los políticos y además yo no soy político. Es un discurso cínico porque el que interviene en política está haciendo política (… ). Creo que hay una prédica antipolítica que viene de la mano de una propuesta centrada en el mercado.
—En la carta también dice que es necesaria la autocrítica del Frente Amplio. ¿Le falta humildad a la izquierda?
—Se necesita más autocrítica y humildad. A veces enamorados de lo que hemos hecho, que ha sido mucho, creemos que solo reivindicando esos logros vamos a lograr entusiasmar a la sociedad en un proyecto de cambio. Y siempre es necesario proponer un proyecto de futuro y para eso hay que nutrirse de lo que piensa la gente. Es necesario escuchar las críticas y no enojarse. Me refiero a tener la humildad de saber que no tenemos la verdad en el puño. Hicimos muchas cosas bien, también cometimos errores y hay cosas que nos faltan. —¿Qué errores cometió la izquierda?
—El primer error es el no haber sido suficientemente efectivos en la lucha ideológica, me refiero a trabajar en la recomendación de los valores y de las mentalidades hacia una sociedad más solidaria. Siento que en estos años se mejoraron las condiciones de vida de sectores amplios de la población, pero no necesariamente eso fue acompañado de más consciencia, sino que fue acompañado de más consumimo y una lógica más individualista y posesiva.
—¿Le parece malo el consumismo?
—Me parece que el consumo es necesario y me parece bueno que sectores que tenían infraconsumo, y no podían consumir ni siquiera lo básico, hoy puedan consumir. Lo que me parece que es malo entrar en una carrera desenfrenada por el consumo. Privilegiar el tener sobre el ser me parece que es una cuestión que puede llevar a una lógica que vacía de sentido la vida de las personas. —¿Por qué la izquierda perdió 14 puntos en intención de voto si se lo compara con el mismo período de la elección anterior, según una encuesta realizada por Equipos?
—Hacer una interpretación de una encuesta aisladamente no sería muy productivo. No tengo claro que este dato refleje cabalmente la realidad y no lo digo atribuyendo intencionalidad. Pero no desestimo el dato y la percepción de que hay un descontento importante. Uno de los factores es que los gobiernos del FA tuvieron muchas realizaciones y en esta última etapa por efectos de la desaceleración de la economía, y algunos factores más vinculados a lo mundial y lo regional, no se mostraron realizaciones tan evidentes. Hay muchas, pero son menos evidentes. Se hizo el sistema de cuidados, se hicieron cosas importantes en la educación y se logró sostener logros de gobiernos anteriores. Después hay impacto de realidades sobre la vida de personas: hubo pérdida de 50.000 o 60.000 puestos de trabajo. El ritmo del crecimiento de las posibilidades económicas de los uruguayos no es el mismo del que era hace unos años.
—¿No es que el gobierno esté haciendo la plancha como dijo Raúl Sendic?
—No creo que el gobierno esté haciendo la plancha. Creo que se están haciendo cosas y me gustaría que se avanzara en otra velocidad. Por ejemplo nosotros hemos discutido aspectos de la política tributaria, aspectos de la política de seguridad y en todos esos capítulos hay cosas que pensamos que se podrían haber hecho diferente. En seguridad por ejemplo hay que dar participación a la gente que está en el territorio.
—¿No es un fracaso no haber cumplido con la promesa de bajar las rapiñas? —Obviamente que uno aspiraría a que las rapiñas bajaran y no a que subieran o siguieran igual. Desde el punto de vista de una visión global uno no puede considerar un éxito que las rapiñas sigan igual o se incrementen. Ahora hay fenómenos de violencia y nuevas lógicas sobre los cuales se requiere un abordaje más profundo porque no son problemas exclusivos de Uruguay.
—¿Coincide con la senadora socialista Mónica Xavier en que hubiera sido bueno cambiar al ministro del Interior, Eduardo Bonomi?
—Las declaraciones de Mónica se sacaron un poquito de contexto, ella estaba haciendo valoraciones más amplias y después queda el título del ministro. No focalizo en la persona del ministro. Si me pregunta por las personas, creo que a un gobierno que no tiene los mejores indicadores de aprobación de gestión, y tiene un gabinete en el que muchos ministros repiten, le hubiera hecho bien, no por el ministro del Interior, sino en general un recambio con la incorporación de nuevas personas. Eso descomprime a las compañeras y compañeros que están en tareas que muchas veces son muy ingratas.
—¿Fue un error no haber hecho un cambio de ministros? —No estoy en la situación. Viendo desde la perspectiva en la que estoy creo que todavía sería bueno para el gobierno que hubiera un recambio en la composición del Consejo de Ministros. Con esto, no estoy cuestionando la gestión de tal o cual ministro.
—¿Cómo afectó el episodio Sendic al Frente Amplio?
—Lo afectó por la situación en sí, por toda la discusión posterior y la forma en que se dio. Lo afectó de forma relevante. Por un lado se instaló la idea de que compañeros dentro del gobierno tuvieron prácticas que no eran contestes con lo que el FA siempre proclamó y por otro se generó un debate muy mediatizado, donde pesaron más los perfiles sectoriales que la búsqueda de una solución institucional. La solución debió encontrarse antes y no discutir esto de la forma que se discutió. No se trata de centrar esto en dos personas, tenemos que ser firmes en el control de las conductas de los compañeros. Yo creo que transcurrió demasiado tiempo para el FA tomara una resolución (...) De cualquier manera somos la única fuerza política que toma una resolución de este tipo. Ningún otro partido nos puede correr con el poncho, están más atrás.
—¿Se pueden perder votos por el caso Sendic?
—Se pueden perder votos por esto y se pueden perder votos por otras cosas. Pero esto no es una cuestión de votos, los temas vinculados a la ética no pasan exclusivamente por los votos.
—Los economistas sostienen que será necesario un ajuste fiscal para el próximo período del gobierno. ¿Se tienen que subir impuestos?
—No, para nada. Creo que los ajustes fiscales en una sociedad capitalista siempre perjudican a los trabajadores. Lo que hay que hacer es llevar adelante políticas sectoriales que estimulen otras políticas de producción. Hay que dar un empuje a la economía social y eso redundará en una mejora de las cuentas.
—¿Hay margen para subir impuestos?
—Claramente a los trabajadores no. Para que contribuyan más algunos sectores del capital, que a veces generan bastante poco y tienen mucho, sí. —¿El gobierno de Venezuela es democrático?
—Creo que un gobierno que no le da garantías a los opositores no es democrático. Creo que un gobierno donde hay personas que no tienen atención médica o que no pueden acceder a la educación no es democrático. Ojo que ese criterio vale para Venezuela y para cualquier país en el mundo y si nos ponemos examinar nos vamos a encontrar con pocos gobiernos que se puedan considerar democráticos.
—¿Es democracia el gobierno de Venezuela o no lo es?
—Es más complejo que democracia sí o no. En Venezuela hubo elecciones y hay un gobierno electo que tiene prácticas que considero que en aspectos importantes no son democráticas. También te digo que hay otros procesos políticos donde se podría aplicar esta misma reflexión. Esto tiene como responsable al gobierno y a sectores de la oposición muy poco democrática.
—¿A qué países alude? —Países aliados de Estados Unidos y el propio Estados Unidos tiene un déficit democrático brutal (...) Lo digo por los niveles de segregación, por las formas de los procesos electorales, por lógicas excluyentes y anti humanas.
“Se necesita más autocrítica y humildad en la izquierda”.
“En el gobierno de Venezuela hay prácticas que no son democráticas”.