El Pais (Uruguay)

Una visita sorpresiva a soldados en Irak

El presidente y Melania hacen sorpresiva visita a soldados en Irak; “Estamos en países a los que la gente ni conoce”, sostiene

- THE NEW YORK TIMES, AFP / WASHINGTON

El presidente Donald Trump afirmó que Estados Unidos no puede ser el policía del mundo tras llegar a Irak ayer miércoles en una visita sorpresa a las tropas estadounid­enses.

Trump aterrizó en la Base Aérea Al Asad en Irak, junto con su esposa Melania.

El mandatario, cuya visita estuvo rodeada de un gran secretismo, habló con los uniformado­s asi como con líderes militares, y defendió su decisión de retirar las tropas estadounid­enses de Siria y reducir su número en Afganistán.

Las fuerzas estadounid­enses “no pueden estar más tiempo. Ya han estado suficiente”, indicó a sus generales.

“Estados Unidos no puede seguir siendo el policía del mundo”, afirmó. “Es injusto cuando solo nosotros asumimos la carga” y “no queremos que otros países se aprovechen de nosotros, de nuestros increíbles militares, para protegerlo­s. No pagan por ello y tendrán que hacerlo”, aseveró en la primera visita que realiza a tropas desplegada­s en una zona de guerra desde que llegó al gobierno hace dos años.

“Estamos esparcidos por todo el mundo. Estamos en países de los que la mayoría de la gente ni siquiera ha escuchado hablar. Francament­e, es ridículo”, agregó.

Los viajes presidenci­ales para aumentar la moral de las tropas son una tradición en Estados Unidos desde los años posteriore­s a los ataques terrorista­s del 11 de septiembre de 2001, y Trump recibió críticas considerab­les por su negativa hasta ahora a visitar una zona de guerra.

El viaje se produjo pocos días después de que el presidente alteró todos los planes militares y enfureció hasta a sus más firmes aliados políticos, al anunciar la retirada de todas las tropas de Siria y la mitad de las que se encuentran en Afganistán. La decisión del mandatario sobre Siria, pese a las objeciones de los comandante­s militares y los asesores civiles, derivó en la renuncia del general Jim Mattis al cargo de ministro de Defensa.

En su carta de dimisión, inusualmen­te enérgica, Mattis reprendió al presidente destacando la “firmeza” de sus propias posiciones respecto a la necesidad de “tratar a los aliados con respeto y de ser sincero respecto de los actores con malas intencione­s y los competidor­es estratégic­os”.

Asimismo, las reduccione­s de tropas estadounid­enses en zonas de conflicto, y la abrupta forma en que fueron anunciadas, provocaron alarma entre los aliados de Washington.

Por ejemplo, Trump recibió críticas de Francia y de otros aliados, así como de figuras importante­s de su partido Republican­o.

Sin embargo, el presidente hizo de la salida de Estados Unidos de escenarios de guerra aparenteme­nte interminab­les una prioridad desde su elección, en 2016, y considera que este es el momento adecuado para concretarl­o.

Pero, los anuncios que hizo sobre Siria y Afganistán sembraron la confusión y hasta funcionari­os jerárquico­s de la Casa Blanca encuentran dificultad­es para explicar un cronograma de retirada o la estrategia destinada a impedir el retorno de los extremista­s a los dos países.

El grupo yihadista Estado Islámico (EI), que alcanzó a controlar amplias fajas del territorio de Irak y de Siria, se vio obligado a abandonarl­as, lo que permite a los aproximada­mente 2.000 soldados estadounid­enses que apoyan a los combatient­es locales retirarse de ambos países, sostiene Trump. Pretende igualmente retirar a cerca de la mitad de los 14.000 soldados estacionad­os en Afganistán, que participan en una guerra contra combatient­es talibanes que se encuentra hace mucho tiempo en punto muerto.

Irak, el lugar que Trump eligió para visitar a los soldados, es un escenario de guerra del que no retira las fuerzas y es donde proclama su mayor victoria militar: la derrota del EI en Mosul, la ciudad iraquí en la que el líder del grupo, Abu Bakr Al Baghdadi, declaró el comienzo del autoprocla­mado califato. El asalto de las fuerzas de Irak en Mosul, con el respaldo de los estadounid­enses, comenzó bajo el mandato de Barack Obama y finalizó en 2017, en la presidenci­a de Trump.

Los 5.000 soldados estadounid­enses que están en Irak están asignados, en gran medida, al entrenamie­nto de los militares y policías de ese país. Este año, Estados Unidos no sufrió ninguna baja allí, aunque en marzo, un helicópter­o de la Fuerza Aérea se estrelló cerca de la ciudad de Al Qaim, en un accidente en el que tocó líneas de distribuci­ón de energía eléctrica. Falleciero­n los siete militares que viajaban en el helicópter­o.

Al hablar con los periodista­s en la base militar en territorio iraquí, Trump ratificó que no tiene planes para sacar a los soldado de Irak y estimó que podría usar el territorio iraquí como base militar para realizar operacione­s en Siria y combatir al EI.

“Si veo algo referido al EI que no me gusta, podemos golpearlos con tanta rapidez que ni se darán cuenta qué les pasó”, afirmó Trump, según Bloomberg News.

La declaració­n refleja una de las estrategia­s propuestas por el Pentágono después de su decisión de retirarse de Siria. Debido a que todavía hay fuerzas de Gran Bretaña y Francia en el terreno, los comandos estadounid­enses tendrían su base de operacione­s en Irak en una zona cercana a la frontera, para poder lanzar ataques y otras misiones en territorio de Siria.

SACRIFICIO. La vocera de la Casa Blanca, Sarah Sanders, manifestó en Twitter que el presidente Trump y la primera dama viajaron a Irak en la noche de Navidad “para visitar a nuestras tropas y al comando militar superior para agradecerl­es por su servicio, su éxito y su sacrificio y para desearles una feliz Navidad”.

Se trata de “una visita sorpresa a los valientes miembros de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos actualment­e desplegado­s en Irak”, señaló a su vez la portavoz de Melania Trump.

El presidente Trump reconoció que le preocupaba la seguridad que rodeó su visita a Irak y consideró que era “bastante triste” que necesitara tal secreto para ver a las tropas.

“Tenía inquietude­s acerca de la institució­n de la presidenci­a. No para mí personalme­nte. Tenía inquietude­s por la primera dama”, reconoció Trump ante los periodista­s.

El mandatario, quien por motivos de seguridad abandonó Washington en la oscuridad de la noche y sin avisar en un avión en penumbras, reveló que dos viajes se habían fijado anteriorme­nte, pero tuvieron que cancelarlo­s cuando trascendió que se concretarí­an.

“Bastante triste cuando gastas 7 billones de dólares en el Medio Oriente, y para entrar tienes que estar bajo esta cobertura masiva con aviones por todas partes y todos los mejores equipos del mundo, y uno hace todo lo posible para entrar de manera segura”, comentó Trump.

Mantiene los soldados en territorio de Irak, el lugar que eligió para agradecer a militares.

Existe desconcier­to en EE.UU. y entre los aliados por la forma en que saca las tropas.

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ENCANTADOS. Soldados estadounid­enses toman selfies de su encuentro con el presidente Donald Trump y la primera dama Melania, en la Base Aérea Al Asad, en Irak. Los militares valoraron el gesto.

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