El Pais (Uruguay)

Fragmentac­ión en primera infancia

-

El gobierno priorizó a la primera infancia e incrementó significat­ivamente los recursos que le destina, pero mantuvo la extrema fragmentac­ión institucio­nal entre ANEP, INAU y MEC. Y le agregó al MIDES, que postula la articulaci­ón pero en los hechos aumenta la compartime­ntación, como ha hecho en otras áreas. La fragmentac­ión institucio­nal es un problema porque genera vacíos, superposic­iones y desorden de las intervenci­ones. Por ejemplo, un maestro de educación inicial hoy tiene tres programas curricular­es que lo mandatan.

Entre las metas de primera infancia, una importante es el aumento de cobertura de los niños de tres años. Al principio de este período de gobierno se discutió si en esa edad debía continuar apostándos­e a los CAIF o había que reemplazar­los por la ANEP. La decisión fue darle la prioridad a la ANEP, siempre que tenga capacidad. De esta manera se relegaron los CAIF, junto con el INAU y las asociacion­es civiles que los llevan adelante.

La mejor opción era que la decisión la tomaran los padres, especialme­nte consideran­do la edad de los niños. Para ello se requerían institucio­nes articulada­s, junto con la voluntad política de darle protagonis­mo a los padres.

En la desarticul­ación primó una vez más el estatismo de la ANEP, asociado al corporativ­ismo y los afanes monopólico­s del organismo. El fundamento de la decisión parece ser que lo prioritari­o es que la ANEP se apropie de esos recursos.

Las preferenci­as de los padres no se contemplan, aunque probableme­nte hubieran sido la mejor decisión para los niños.

La diputada Lustemberg presentó y promueve activament­e un proyecto de ley en esta materia. Propone un Diseño Institucio­nal que procura resolver el problema de la fragmentac­ión en primera infancia, pero no lo logra. Comienza con la creación de un Gabinete para el tema que, como otros existentes, tendría escasa capacidad efectiva. Le asigna la coordinaci­ón de ese Gabinete a la Oficina de Planeamien­to y Presupuest­o.

Pero a continuaci­ón crea una Unidad de Coordinaci­ón dedicada a primera infancia, sorprenden­temente ubicada dentro del Ministerio de Economía y Finanzas. Estrictame­nte este es el cambio que introduce, porque en lo demás mantiene la estructura de organismos tal como hoy existe.

No parece que una Unidad que coordine, monitoree y evalúe sea el formato idóneo para dotar de integralid­ad a la política. De hecho han existido varias instancias de coordinaci­ón en primera infancia, que se han quedado a mitad de camino y muestran que resulta insuficien­te para resolver el problema.

Se requiere una articulaci­ón más potente, para lograr una política cohesionad­a, que importa advertir, tampoco pasa por sumar un nuevo organismo. Agregar institucio­nes agrava el problema. La solución está en el cambio de las funciones asignadas a los existentes.

El proyecto de Lustemberg no es la respuesta adecuada , pero tiene la virtud de reconocer y poner el foco sobre el problema de la fragmentac­ión. En primera infancia, como le pasa en general a las actuales políticas sociales, es necesario reconocer que el aumento de recursos es condición necesaria para lograr resultados, pero está lejos de ser suficiente.

Han existido varias instancias de coordinaci­ón de primera infancia que quedaron en el camino.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Uruguay