UN PROTOCOLO QUE PERMITE DETECTAR LA VIOLENCIA
▃ Uruguay no cuenta con una guía específica para trabajar los casos de embarazo en menores de 15 años, si bien el Ministerio de Salud Pública (MSP) espera presentar una en los próximos meses. Los médicos consultan un protocolo que fue elaborado en diciembre del año pasado, que sienta las bases para abordar situaciones de violencia sexual hacia niños y adolescentes. El documento señala que el embarazo en edades tempranas “incrementa el daño psíquico que podría haberse generado por la situación de violencia sexual”. La guía recomienda a los técnicos escuchar “el relato espontáneo” de los niños, aunque ellos no puedan dar cuenta de la complejidad de la situación. El texto sugiere evitar los juicios de valor durante la entrevista, no mostrar incredulidad, no cuestionar a los niños ni a sus padres y emplear lenguaje claro. A su vez, plantea elaborar preguntas generales, que no induzcan la respuesta y permitan evaluar la capacidad de recordar. Con respecto a la gestación forzada, el documento señala: “Los embarazos producto de violencia sexual generan un daño que la maternidad profundiza. Por lo tanto, dentro del marco legal vigente, el equipo de salud debe ubicarse en un lugar que genere las condiciones para garantizar el acceso a la interrupción del embarazo”. El aborto en contra de la voluntad de la niña “no se plantea como una opción válida desde el punto de vista ético y legal”, agrega el protocolo. Por otra parte, plantea que en el 85% de los casos de niños y adolescentes abusados sexualmente, el agresor pertenece al núcleo familiar y convive con la víctima. En el período comprendido entre abril de 2017 y marzo de 2018, los prestadores de salud informaron de 116 situaciones de violencia sexual a menores de 18 años. De ellas, 94 corresponden a mujeres y 22 a varones.