La iglesia del Cordón, víctima de las radicales
Unas encapuchadas tiraron pintura roja contra el templo de 18 de Julio
▃ La fachada de la iglesia del Cordón fue, por segundo año consecutivo, la muestra de la cara más radical de la marcha. Ni las vallas amarillas que rodeaban el templo ni los policías escudados en la puerta pudieron frenar el ataque de pintura roja. Las que lanzaron los proyectiles eran tres o cuatro chicas, con buzos negros y grises con capucha, guantes y caretas. Anónimas.
Algunos grupos, los más rimbombantes, alentaron ese vandalismo y les cantaron a los policías que custodiaban la iglesia: “No son obreros / No son trabajadores / son los milicos cuidando violadores”. Pero otras muchas mujeres que marchaban pedían que pararan con el escrache.
La ministra de Cultura, María Julia Muñoz, fue una de esas mujeres indignadas con la actitud de las vándalas. “La manifestación no va por este lado. Con las Mujeres de Negro venimos hace años marchando en forma pacífica. Esto (señala los rastros del atentado) nos parece lamentable”.
En Twitter, la Iglesia católica de Montevideo criticó “un hecho que lamentablemente se repite: bombas de pintura en la iglesia del Cordón”.
El rol que la Iglesia católica le ha dado a la mujer y su oposición a la despenalización del aborto han sido criticados desde el origen del movimiento feminista. Pero también se reprocha en la interna de la propia religión. El colegio católico Santa Elena pidió que la iglesia se revise y reconozca la igualdad de las mujeres: “Hoy nos duele nuestra Iglesia. Porque a la mujer se le ha privado de tener el lugar igualitario que le corresponde”.