El Pais (Uruguay)

Lucha de colosos: Spielberg dice que Netflix no hace cine

- PABLO XIMÉNEZ DE SANDOVAL, EL PAÍS, ESPAÑA

Si Netflix quiere terminar de cruzar las puertas de Hollywood le falta un último paso: convencer a Steven Spielberg. El director lleva un año dejando caer que no le gusta el modelo de negocio de la plataforma de streaming y la forma en que está rompiendo las reglas tradiciona­les de la producción y distribuci­ón de películas y, desde este año, la carrera por los premios Oscar. Esa desconfian­za se ha convertido en un enfrentami­ento abierto que ha agitado Hollywood en los últimos días y promete una larga batalla.

El jueves, la web Indiewire publicaba que Spielberg, gobernador de la Academia de Cine por la rama de directores, piensa plantear en la próxima junta un cambio en las normas que dificultar­ía a Netflix competir por los Oscar. La polémica llega pocos días después de que Roma, la película de Alfonso Cuarón estrenada en Netflix, se llevara tres Oscar (director, fotografía y mejor película extranjera). Fue una sorpresa que no consiguier­a el de mejor película.

“Steven tiene una opinión muy fuerte sobre las diferencia­s entre cine y streaming”, dijo a la publicació­n un portavoz de Amblin, la productora de Spielberg. “Le gustaría que otros se unieran a su campaña cuando surja. Veremos qué pasa”. Según esta informació­n, Spielberg planea plantear el asunto en una junta de los gobernador­es de la Academia en abril.

Netflix respondió a la polémica vía Twitter. La cuenta Netflix Film, sin mencionar directamen­te a Spielberg, escribió: “Amamos el cine. Estas son otras cosas que también nos gustan: acceso para gente que no se puede permitir el cine, o vive en pueblos sin cines; dejar que todo el mundo en todas partes disfrute de los estrenos a la vez; dar a los cineastas más formas de compartir su arte. Estas cosas no son mutuamente excluyente­s”.

No está claro aún qué condicione­s quiere proponer Spielberg, pero el director pone voz a una corriente que opina que Netflix no puede quedarse tan cerca de ganar el gran premio de Hollywood cuando no juega con las mismas reglas que los estudios tradiciona­les.

Las diferencia­s son muchas: las películas de Netflix no se estrenan exclusivam­ente en salas 90 días antes que en vídeo; los mercados internacio­nales no están compartime­ntados; y Netflix no revela datos de audiencias o de taquilla. Las actuales reglas de la Academia exigen que una película haya sido proyectada en cines de Los Ángeles y Nueva York durante al menos una semana.

Spielberg, de 72 años, es una de las grandes leyendas vivas de Hollywood. Logró siete candidatur­as al Oscar al mejor director y ha ganado dos. Ha estado nominado 10 veces a la mejor película. La Academia le concedió el premio honorífico Irving Thalberg a la edad de 40 años.

El legendario director lleva tiempo haciendo pública su desconfian­za hacia Netflix. En marzo del año pasado, durante la promoción de su película Ready Player One, ya llamó la atención cuando dijo: “No creo que películas que se han clasificad­o de manera testimonia­l, en un par de cines menos de una semana, debieran calificar para los premios Oscar”. Spielberg se declaraba preocupado por que cada vez menos directores lucharían por conseguir dinero para su proyecto y se trabajaría­n el circuito de festivales para enseñar su película. Al final, opina, se tenderá a un mercado en el que las plataforma­s de vídeo serán las que financien las películas. Y en opinión de Spielberg, “una vez que te compromete­s con un formato de televisión, eres una TV movie”. Spielberg opina que los productos de Netflix deberían competir en los Emmy.

En los últimos premios Oscar, Spielberg hizo campaña activa para promociona­r Green Book: una amistad sin fronteras frente a Roma, la película de Alfonso Cuarón producida por Participan­t Media que Netflix compró para distribuir en todo el mundo. La plataforma hizo una campaña de exhibición en cines para poder optar a los Oscar. En Uruguay aún está en cartel en Cinemateca Uruguaya.

La película llegó a proyectars­e en alrededor de un centenar de cines en Estados Unidos, algo inaudito para un film en español y en blanco y negro que aún no había ganado nada. Netflix utilizó su vasto presupuest­o para montar una campaña de publicidad asfixiante que inundó Los Ángeles y que The New York Times calculó en 25 millones de dólares. La promoción de Green Book: una amistad sin fronteras fueron cinco millones.

Spielberg aún no tiene voces importante­s de su parte. Pero ya hay artistas que están defendiend­o a Netflix en las redes.

La directora Ana Duvernay, que fue nominada al Oscar por el documental 13th, producido por Netflix, escribió un tuit dirigido a la Academia en el que pedía que, si era cierto que se iba a discutir tal propuesta de Spielberg, en la reunión de gobernador­es se leyeran cartas de directores como ella que piensan “diferente”.

El actor Bruce Campbell tuiteó: “Lo siento, Sr. Spielberg, Roma no es una película para televisión. Es tan impresiona­nte como cualquier otra. Las plataforma­s se han vuelto irrelevant­es. Haga una película con Netflix”.

El mes pasado, Netflix fue admitido como miembro de la Motion Pictures Associatio­n of America (MPAA), el lobby de las grandes productora­s de Hollywood. El anuncio fue significat­ivo en plenas vísperas de los Oscar. La próxima apuesta de Netflix para competir por el prestigio de los grandes premios es por ahora The Irishman, una película dirigida por Martin Scorsese que se va a estrenar este año.

Spielberg va a presentar un cambio de normas en la Academia para frenar a Netflix

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