El Pais (Uruguay)

Cristina desafía a los jueces: “La historia me absolvió”

Se presentó como víctima de una operación política y pidió que declare Fernández

- LA NACIÓN (GDA), EFE, AFP / BUENOS AIRES

Cristina Kirchner atrajo la mayor atención de los medios ayer lunes en Argentina, pese a que Lionel Messi ganó su sexto Balón de Oro. Es que no todos los días una expresiden­ta y vicepresid­enta electa debe comparecer ante un tribunal judicial acusada de corrupción a una semana de volver al gobierno.

Pero Cristina Kirchner demostró una vez más sus habilidade­s políticas. Como cuando sorprendió al promover la candidatur­a de Alberto Fernández con ella como vice, ayer transformó su audiencia judicial en un largo monólogo contra los jueces y fiscales que la investigan, los medios de comunicaci­ón y el gobierno saliente de Mauricio Macri.

La vicepresid­enta electa declaró ante los jueces del Tribunal Oral Federal 2 (TOF2) por las denunciada­s de corrupción en la adjudicaci­ón de 51 contratos de obra públicas viales en la provincia de Santa Cruz.

En un clima de tensión, Cristina Kirchner no quiso contestar preguntas y solamente expuso sus argumentos. “Este es un tribunal del lawfare. Que segurament­e tiene la condena escrita. A mí me absolvió la historia. Y a ustedes segurament­e los va a condenar la historia”, dijo. “¿Preguntas? Preguntas tienen que contestar ustedes, no yo”, dijo a los jueces, y se fue.

En un momento de su declaració­n, Cristina propuso que se citara a declarar al presidente electo Alberto Fernández, quien fuera jefe de Gabinete durante los gobiernos K. “El responsabl­e en materia administra­tiva y penal es el jefe de Gabinete porque es quien ejecuta el presupuest­o de la nación argentina. Van a tener un problema porque van a tener que citar al Presidente de la República. Pero será interesant­e escuchar lo que tiene para decirles”, expresó. Y agregó, irónica: “Yo les digo a los Albertos, Alberto Fernández y Alberto Beraldi (su abogado), que son profesores de la facultad y muy buenos, ¿ustedes les cuentan a los alumnos lo que pasa en Comodoro Py?”, en referencia a la calle donde están ubicados los tribunales.

“Corsarios judiciales”, llama Cristina Kirchner a los fiscales de la causa.

Este juicio comenzó el 21 de mayo pasado y la exmandatar­ia no había sido citada a declarar hasta ahora.

Cristina hizo una férrea defensa de su gestión y la de su difunto marido, el expresiden­te Néstor Kirchner (2003-2007). Ambos están acusados, junto a otros imputados, de encabezar una asociación ilícita y de fraude en la concesión de obras, por supuestame­nte direcciona­r contratos al constructo­r Lázaro Báez, ya detenido desde 2016, para “apoderarse ilegítimam­ente” de millonario­s fondos mediante licitacion­es irregulare­s.

La causa que la sentó ayer en el banquillo tiene como origen una denuncia en 2008 de la diputada Elisa Carrió.

El expediente se relaciona con otros dos en los que se investiga si se usaron dos sociedades inmobiliar­ias de los Kirchner para recibir, mediante arrendamie­ntos de propiedade­s, transferen­cias millonaria­s de parte de empresario­s como Báez, que a su vez habrían recibido adjudicaci­ones con sobrepreci­os.

Como ya realizó por escrito cada vez que fue convocada a declarar como imputada en la instrucció­n de los casos, la expresiden­ta apuntó contra Macri. Para Cristina, el “Gobierno que se va” tenía una “mesa judicial” donde decidían “quién iba preso, quién no iba preso, a qué empresario había que apretar”.

“Primero fueron por uno, luego fueron por otro, y cuando fueron por mí ya era demasiado tarde”, dijo la vicepresid­enta electa, que habría sido detenida si no contara con los fueros que tiene desde que fue elegida senadora, a finales de 2017.

Cristina reprochó las medidas judiciales en su contra, como la intervenci­ón de sus empresas, los registros en sus casas, embargos de sus cuentas y la intervenci­ón de la herencia de su fallecido esposo. “Ni qué hablar de la persecució­n a mis hijos, a Máximo y a Florencia, que cometieron un delito terrible; ser los hijos de Néstor y Cristina Kirchner”, enfatizó.

“Impidieron que mis hijos o yo tengamos tarjeta de crédito”, dijo, en referencia al embargo de cuentas bancarias. También denunció lo que llamó “allanamien­tos cinematogr­áficos” a sus tres domicilios, en otra de las causas, y “escuchas ilegales”.

Florencia (29), que junto a su hermano Máximo (42, diputado nacional) está acusada en dos de las causas contra los Kirchner, lleva meses recibiendo tratamient­o médico en Cuba por estrés postraumát­ico, que según su madre fue generado por la presión de la Justicia.

Alberto Fernández, que estuvo distanciad­o de ellos desde 2008 hasta que el año pasado se reconcilió con Cristina, ha cuestionad­o los procesos contra la expresiden­ta.

“En la Argentina que vamos a construir entre todos y todas se van a acabar los ‘operadores judiciales’, los ‘operadores mediáticos’ y los jueces y fiscales que ‘operan’ para poderes mediáticos, corporativ­os o políticos sin impartir justicia como deben”, escribió ayer Alberto Fernández en Twitter.

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