Renuncias en el Ineed
El profesor renunció a su cargo en la dirección del instituto por serie de “discrepancias”
Pablo Cayota deja su cargo por diferencias sobre la conducción.
El “fragor” de la campaña política le impidió a uno de los directores del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed), Pablo Cayota, presentar renuncia a su cargo en setiembre cuando ya tenía todo definido para hacerlo.
Tres meses después y en plena transición de gobierno, el docente de Historia oficializó su renuncia al cargo, entre otras cosas, por una serie de “discrepancias” que mantiene con respecto a la conducción de la institución.
Hubo dos situaciones que lo molestaron: por un lado, lo “poco firme de la defensa” de un informe sobre el estado de la educación 2017-2018 y por otro, la “demora” y la “falta de voluntad política de la directiva” para aprobar y publicar el informe Aristas sobre educación media, que se preveía publicar en octubre y evidencia carencias en la educación.
Cayota dijo a El País que el “diseño” actual que plantea el Ineed “tiene una debilidad” que es que quienes designan a las autoridades, deben ser justamente evaluadas por esta institución. El profesor de Historia entiende hoy que hay un claro desequilibrio entre ambas partes: “Ese equilibrio se ha roto y hasta el momento todos los informes que publicó el Ineed, todos están basados en evidencias”, dijo.
Pero sus discrepancias con la conducción no son nuevas. Cayota recuerda la salida en 2018 del doctor en Educación, el argentino Mariano Palamidessi, y asegura que desde su renuncia al cargo de director, lo que se viene dando en el Ineed es un marcado “debilitamiento del rol de la dirección ejecutiva”. Luego, las críticas que desde el Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Enseñanza Pública (ANEP) se realizaron al tercer informe del estado de la enseñanza que por mandato legal el Ineed elabora cada dos años, también lo llevaron a tomar la decisión.
El tercer informe sobre el estado de la educación nacional evidencia que el sistema “requiere modificaciones” para que los docentes y estudiantes logren “desempeños de calidad y equidad”. En las más de 140 páginas del estudio, el Ineed vuelve una y otra vez sobre la palabra “equidad”. Ese mismo informe revela que el 63% de los estudiantes de tercero de liceo es incapaz de realizar un promedio numérico.
Posteriormente, otro de los hechos que marcó el alejamiento de Cayota fue la postergación de la publicación del informe Aristas. Se trata de una “evaluación multidimensional que abarca aspectos de lengua, matemáticas, habilidades socioemocionales y oportunidades de aprendizaje” que de acuerdo al cronograma ya aprobado en 2018, debía ser presentada antes del 30 de octubre de este año.
El País intentó comunicarse sin éxito con la presidenta del instituto, Alex Mazzei.
SIN AUTONOMÍA. En la carta de renuncia a la que accedió El País y que fue presentada el pasado 29 de noviembre a las autoridades del Ineed, Cayota dice que no está dispuesto a “legitimar un estilo de conducción que viene desplegando la directiva en mayoría”. Al mismo tiempo también dejó en claro que “se ha producido una progresiva ruptura del equilibrio entre la función política y la función técnica dentro del instituto, lo que conllevará inevitablemente a un debilitamiento de su autonomía e independencia, indispensables para cumplir a cabalidad su mandato legal”.
El docente también cuestionó que las autoridades no aprobaran la publicación del boletín institucional de agosto vinculado al informe del estado educacional.